Puntadas sin hilo

España, con marcapasos

 

 

A la vista de los más y más recortes implantados, y los todavía más con los que nos amenazan, no es que hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades (¡qué miserable expresión, sin diferenciar a los que han vivido y aún viven en la estrechez!), es que no teníamos posibilidad de vivir sin salir del subdesarrollo. Por si faltaba algo, el presidente Obama afirma que España será el próximo país en entrar en dificultad seria si los mercados atacan. Siempre los mercados. Y los mercados, naturalmente, atacarán. ´Gracias, Obama, por la manita envenenada que nos echas. Hay, pues, que apretarse más el cinturón. Hasta que España al completo esté en las filas de los comedores de Caritas.

Y sin embargo cabe preguntarse:

¿Las diez fortunas más importantes de España serían suficientes para que no existiera crisis ni déficit?

¿Qué disparates cometerá Zapatero de aquí al 20-N?

¿Qué está usted, que tanto la reclama, dispuesto a hacer por la revolución?

Se va a convocar un concurso nacional de fachas, ¿quién lo ganará?

¿Esto es un largo paréntesis o va a ser siempre así?

¿Es España una hidra de 17 cabezas autonómicas?

¿Pero a dónde se ha ido la riqueza mundial, cómo y por qué ha desaparecido si hace dos años existía y mucha?

¿Y si el mundo al completo decidiera que ya no hay crisis? ¿No habrá sido todo una farsa?

La intensidad de la crisis ha sido la culpable de mi fracaso (Zapatero).

Los españoles se han convencido de que somos el partido de los trabajadores y por eso nos han votado. Aquí somos todos iguales (Rajoy).

La gente comienza a estar desesperada.

¿Tasa a los bancos, neoimpuesto de patrimonio para crear empleo? ¿Qué empleo, en qué, cómo? España ha roto su cañería principal y suelta agua a chorros y borbotones, nada es posible en tanto la ingente brecha de la necesaria protección social se lo lleve todo. No hay más mercado que el paro. Crear empleo, he ahí el mercado, los mercados, ¿pero en qué, cómo?, la frase y su negación. Sacudamos a España y sus políticos. Sacudamos nuestra conciencia nacional. Ésa es la revolución pendiente. Eso, el paro, es lo que la clase política al unísono debería arreglar si fuesen decentes.

Y sobrevolando, y además, la angustia de perder el empleo quienes lo tienen.

No hay dos Españas, hay tres: la de los fuertes, la de los débiles, y la de la emergente revolución del paro.

Más Noticias