Sí, sí, ya sé que soy Don Pésimo Síseñor. Perdonen mi ignorancia, pero no creo que haga falta ser un lince económico para saber que desde hoy estamos en el principio de la catástrofe: la agencia Fitch ha rebajado dos escalones la nota de solvencia de España, colocándola en perspectiva negativa.

¿Qué se puede hacer frente a esto? ¿Saldrá la vicepresidenta de Asuntos Económicos y ministra de Economía y Hacienda diciendo como siempre que no pasa nada y que lo superaremos porque no sé qué? ¿Se volcarán los gurús del PP diciendo una vez más que solo ellos son la solución? ¿Seguirán lanzándose reproches unos a otros? Y sobre todo, ¿seguirán impávidos, los demás partidos incluidos, con sus eslóganes y promesas electorales desde hoy ya vacuas? Pero no es eso lo más grave: lo más grave, lo gravísimo, es el efecto devastador que la medida tendrá, en mi ignorante opinión, en las economías semimoribundas de las clases más débiles españolas. Nadie debe creer que esto no va con ellos y no les afecta. Le afectará a todo el mundo en sus gastos diarios y en sus esperanzas de vislumbrar solución.

Es cómico, cuando en realidad es trágico, que todos sigan tan campantes hacia las elecciones y sus miserias. Siempre desde la ignorancia y seguramente desde el alarmismo, me pregunto ¿no sería motivo de suspender las elecciones y formar a toda urgencia un Gobierno de concentración? ¡Ya está bien!, déjense de disputas infames y únanse para tratar de evitar este principio de la catástrofe, máxime teniendo en cuenta que el nuevo Gobierno no entraría en funcionamiento real hasta dentro de cuatro o cinco meses inesperables. Pero no, la vanidad, la soberbia, el sentido de la responsabilidad democrática que así lo llaman, lo impedirán, ¿cómo voy a ceder yo ahora que tenía segura la victoria? La victoria, ¿de qué y sobre qué? Y venga a buscar culpables y más culpables en los rivales, y en las fuerzas exteriores, con los sabios doctores de la economía dando recetas anacrónicas contra la ruina que ya llega, incluidas desgraciadamente, repito las clases medias y débiles y pensionistas.

Ojalá éste sea un artículo estúpido, pero les confieso que a mí esta noticia me ha causado pánico. Desde el lunes lo veremos. Aprovechen el fin de semana.

 15-O.  Hoy ha subido dos escalones en su solvencia, con perspectiva positiva.