Reconozco que no sé si hay que invertir o no, no sé si es bueno reducir el gasto o no, no sé si hay que subir o bajar impuestos, no sé si es bueno acabar de golpe con el fraude fiscal o no por la pérdida de puestos de trabajo, no sé qué hay que hacer con la deuda, soberana y no soberana, no sé si es mejor comprar o alquilar, por supuesto que no sé cómo acabar con el paro, no sé hasta dónde y cuándo se pueden sostener las prestaciones al desempleo, no sé qué es la economía productiva ni cómo se cambia el modelo, no sé qué es la economía sostenible, no sé qué es un hedge fund, no sé si es el momento de invertir en bolsa o no o aún no, no sé qué es lo neoliberal más que lo liberal, no sé qué es la socialdemocracia, no distingo entre una recesión y una depresión, no sé porque cuando un ciudadano de Ohio se arruina y le hipotecan la casa uno de Cuenca también se arruina y le quitan la casa, pero si se arruina primero el de Cuenca al de Ohio no le pasa nada, no sé qué son las reformas estructurales, no sé si hay que subir o bajar los tipos de interés, porque subirlos parece que es bueno para unas cosas y malo para otras, y al revés, no sé cuáles son las medidas que hay que tomar para recuperar la confianza, no sé si las Agencias de calificación son fiables o no, no sé por qué nunca hay plan B, no sé por qué antes de la crisis no hacía falta una reforma laboral y ahora sí, no sé si es peor la inflación o la deflación, no sé si la riqueza desaparece o solo cambia de manos, no sé qué son los mercados, no sé qué es un tiburón, no sé qué diferencia existe entre la Renta Nacional Bruta y la Renta Nacional Bruta PPA, no sé si lo de Grecia es una tragedia o un ejercicio democrático, no sé si la Economía es una ciencia o un acertijo, no sé si es cíclica, no sé si de ésta salimos o no.

Y sin embargo, opino. Como todos los articulistas, tertulianos, políticos, doctores en Economía y flamantes Premios Nobel, que cada uno dice una cosa.

Pero sí sé una cosa, que no se puede permitir la vuelta a las cavernas del subdesarrollo a nivel social. La Humanidad habría fracasado, y los poderosos serían bestias.

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Gota del día: ¿Se debe sancionar a la presidenta de la sala Ángela Murillo por haber dicho en el juicio contra el exjefe militar de ETA Txapote "¡Y encima se ríen estos cabrones!"?