Creemos que sabemos, pero no sabemos. Creemos, por ejemplo, que conocemos la causa y origen de la crisis, pero nos limitamos a señalar vagamente las hipotecas subprime, los tiburones y mercados, pero no somos capaces de encontrar responsables concretos.

Creemos que conocemos las particularidades de la crisis española, pero lo reducimos a culpar al ladrillo y afirmar que no se detectó a tiempo y no se tomaron las medidas pertinentes, pero, ya con nuevos jugadores, no es temerario decir que la reforma laboral que tienen a punto desgraciadamente no servirá para nada y permaneceremos en el caos de ideas.

Creemos que Irán tiene armas nucleares y por ello estamos montando una guerra con riesgo de mundial, pero en realidad no sabemos si las tiene o no las tiene, pero da igual y por si acaso, y para que no peligre Israel.

En realidad no sabemos nada de nada. El misterio mueve el mundo, afirmó Umberto Eco.

Por eso son indeseables los secretos de Estado y documentos clasificados, que ocultan las perversiones de los Gobiernos.

Creemos que sabemos si el Rey tuvo conductas impropias, pero solo lo sustentamos en sospechas.

Creemos que conocemos las normas de actuación, reflexión y decisión del Tribunal Supremo, pero las ignoramos y todo es un albur cargado de sorpresas, tanto en el Supremo como en cualquier otro tribunal o juzgado de España.

Se nos va la vida en busca de culpables. Todos llevamos un policía dentro.

Y en múltiples ocasiones nos refugiamos en el anonimato. Aunque alguien haya aseverado que una persona culta es aquélla que desde el anonimato no dice más de lo que diría a nombre descubierto. Bajando al escalón de la cotidianeidad, el Tribunal Constitucional ha acordado que la utilización en el periodismo de cámaras ocultas es ilegítima y contraria a la Constitución. Las cámaras ocultas en un blog serían los insultos, las tergiversaciones, los multiniks, las patentes aberraciones ideológicas. Si este periódico no pudiera continuar, yo intentaré hacer un blog con la exigencia de que los comentaristas se identifiquen fehacientemente. Seguro que no tendré ni un comentarista.

El anonimato es el escudo pretendido de la propia exculpación, la coartada de la villanía moral. Como dice el lector ignatius j reilly, bajo el apodo del protagonista de La conjura de los necios, esas fuerzas ocultas y anónimas desarrollan implacablemente la idea de inevitabilidad, con la que tratan de convencernos, y forzarnos, de que otro mundo no es posible, en una de las consignas más ruines que unos seres supuestamente humanos puedan hacer contra millones de seres humanos. Pero sepan que no hay conjura ni somos necios, sepan que todo es posible, incluso descubrirles a ustedes, acorralarlos, extinguirlos y poner fin a su anonimato y someterlos al escarnio público y a la guillotina política ante las personas decentes. Porque ustedes son criminales de lesa inhumanidad y propagadores del hambre y del sufrimiento humano.

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Gota EXAMEN de la SENSATEZ:  ¿Son ustedes capaces de decir qué cosas consideran evitables y qué cosas inevitables?

Gota HOMENAJE A CUBA:  Hoy se cumplen 50 años del embargo de EEUU a Cuba, impulsado por el ‘gran demócrata’ John F. Kennedy. 

Gota sin calificar: Telefónica Internacional remodela y reduce su Consejo, del que salen el ex vicepresidente y ex ministro de Defensa, Narcís Serra, el antiguo miembro del Comité Federal del PSOE y amigo del ex presidente Rodríguez Zapatero, Javier de Paz,  y el ex jefe de la Casa Real, Fernando de Almansa.    Iñaki Urdangarin permanece.