Puntadas sin hilo

Los señores de la guerra política

Naturalmente no tiene exactitud matemática, pero el sondeo de Metroscopia para el diario El País refleja que el Partido Popular ha perdido ocho puntos desde las elecciones del 20-N. Los sondeos de esta empresa son bastante fiables, y también recoge que el PSOE no sube sino que se estanca, y los grandes beneficiarios de la caída son IU y UPyD, aunque muy lejos de alcanzar la posibilidad de gobierno en solitario, ni con reforma electoral o sin ella. Asimismo constata que el crédito de Mariano Rajoy ha descendido notablemente y el 56% de los ciudadanos entiende que no está actuando con acierto en la gestión de la crisis.
Es una predicción del momento bastante previsible y razonable, en mi criterio.
Con estos resultados es muy probable el PP ya no tendría mayoría absoluta, y con una coalición electoral previa entre PSOE e IU seguramente podrían gobernar cuando corresponda, al igual que en Andalucía si al final no se tiran los trastos, que parece que no.
Porque el gran drama para el PP, tratando de ser ecuánime en la valoración, reside en que no es fácil que la situación de crisis mejore, al decir de prácticamente todos los augures económicos, y, por tanto y sin ánimo de brujo demoscópico, su caída se acentuará.
Por supuesto que es pronto para pronósticos firmes, pero los indicios y datos no descartan ni mucho menos esa posibilidad, o más bien, probabilidad, sin confundir deseos y realidades.
Eso en el supuesto de que se llegue con normalidad a la fecha aún distante de elecciones si antes los acontecimientos no nos abocan a ellas.
Por encima de agoreros y recalcitrantes optimistas o pesimistas, lo deseable e importante sería un gobierno conjunto de todas las fuerzas políticas, tal es la gravedad de la crisis. Ésa es y debe ser la política con letras de oro, sin que por ello la democracia se resienta. Pues la gran pregunta es: ¿Podremos aguantar mucho tiempo antes de que suenen las trompetas de Jericó? No podemos seguir en las guerritas y chinchorrerías de los partidos, que ignoran nuestros intereses. El cineasta David Trueba dice que en España se celebra ser zoquete. Y alguien ha dicho también que el hambre de los hijos nos hace más daño que la nuestra. Así pues, antes de la revolución de los votos, que en mi opinión es la única posible, esos señores zoquetes de la guerra política deberían hacer la revolución de la concordia. Ya, ya lo sé: son intenciones y palabras inútiles al viento. Pero los zoquetes serán los responsables. O a ver si va a resultar que los guerreros morbosos e intransigentes somos los ciudadanos, que en exclusiva y sin ceder un ápice solo queremos la defensa a ultranza de nuestras esencias. ¿O es mejor esperar a que el edificio del PP se derrumbe?

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TRES ÚLTIMAS GOTAS REALES:
1. ¿Qué mal le había hecho el elefante al Rey?
2. ¿Se recuperará algún día el Rey de la degradación de su imagen ante los españoles o ya nunca y siempre tendrá que caminar con muletas en el afecto popular?
3. ¿Le aplaudirán calurosa y sostenidamente los diputados en el próximo acto institucional?

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Gota de la PERMANENTE INCÓGNITA: ‘La socialdemocracia ya no tiene cabida’, dice el diputado de IU por Málaga y afín al 15-M, Alberto Garzón. ¿Y qué es lo que tiene cabida? Porque Alberto Garzón no lo aclara. Todo el mundo dice lo que no puede ser, pero nadie dice lo que debe ser y cómo.

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