20/04/2012

Si realmente se confirma que Andalucía tendrá banca pública y que se establecerá un impuesto para ricos, estaremos ante una nueva Reconquista de España, que esta vez no empieza en Covadonga, sino en Sevilla, con Izquierda Unida de Don Pelayo y el PSOE de oso de Favila.
Con este acuerdo entre PSOE e IU, o IU y PSOE, que ya tanto monta, queda demostrado que son las urnas las que rigen la política, y no los políticos ni sus pugnaces e intransigentes seguidores quienes dirigen a su capricho los destinos de un pueblo.
Andalucía no es poca cosa, y es de esperar que tanto la propia y nueva coalición como los invasores Rajoy y huestes se comporten con sensatez, sin enfrentamientos exterminadores. Pero Andalucía, es de prever, no se amilanaría frente a las bravatas o actuaciones del Gobierno central en su contra.
Esperemos también, ahora que aún estamos en la fase de los buenos deseos, que la coalición no caiga en el desacuerdo por demasía de pretensiones particulares. España renace con ellos hacia la justicia social, y su actuación será ejemplo y espoleta para los demás territorios.
Esperemos que IU obligue a aclarar corrupciones, al margen de las siempre eternas diligencias judiciales.
Esperemos que no se permita que se insulte más a Andalucía por parte de quienes lo hicieron, aguirres, matos, duraneslleidas y tantos, a costa de sus niños, sus jornaleros, y sus subvenciones para matar el hambre.
Esperemos que las fuerzas conservadoras y reaccionarias de la propia Andalucía y de España comprendan de una vez que los andaluces no son moneda de cambio, que tienen derecho a ir superando progresivamente su atraso histórico no imputable a ellos, sino a la codicia de sus señoritos y políticos centralistas.
Esperemos que los españoles respetemos los designios y deseos renovados de Andalucía, bajo el timón de Izquierda Unida.

Esperemos que el Gobierno central juegue limpio, sin mentiras ni falsedades, y sin necesidad de que Andalucía se alce.
Esperemos, en fin, que esto no sea el cuento de la lechera ni de la buena pipa, comprobemos que otra política y otra economía son posibles, esperemos que los medios de comunicación no adulteren la esencia de lo que Andalucía desea, esperemos, aunque sea milagro, que no caigan en la desinformación, el improperio y la calumnia.
La esperanza ha nacido, solo hace falta avivarla con nuestro apoyo civil. Esperemos que Andalucía sea el laboratorio de una nueva España reconquistada y fuera del sufrimiento infligido a los españoles por los actuales gobernantes y sus disparatadas decisiones.
Esperemos que Andalucía florezca.
Porque éste, aunque nazca de la necesidad hecha virtud, o precisamente por eso, es el acuerdo político más importante desde que España recuperó la democracia. Andalucía es el Nuevo Gran Experimento de una España más justa, no hecho con gaseosa sino con dignidad y decencia.
Andalucía, qué gusto.

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Gota del BOCHORNO GUBERNAMENTAL: ‘El Ministerio de Interior plantea imputar penalmente a partidos políticos y sindicatos si sus afiliados causan daños en manifestaciones’. Y por si fuera poco también van a cambiar el Código para que ‘encadenarse’ por los brazos, es decir, agarrarse unos a otros en las manifestaciones, sea atentado contra la autoridad. Pues yo casi que pido que vuelva Aznar. Éstos caminan con paso firme hacia el lema ‘Queda prohibido todo lo que no esté expresamente autorizado’. ¿Terminarán haciendo a Escrivá de Balaguer patrón de España?