Puntadas sin hilo

Resistamos

Son más, han ganado las elecciones, están mejor organizados, y están conformes con los recortes.
Somos menos, hemos perdido las elecciones, estamos completamente desorganizados, y de nada vale que reneguemos de los recortes y amputaciones laborales, económicas y sociales. Se nos va la fuerza por los tiros de fogueo de la boca.
Apenas va nadie a las manifestaciones, reconozcámoslo al menos, total no van a servir para nada. Los puentes, aun sin un duro, son un rito, una necesidad social por el qué dirán. Y la desidia y que lo arreglen otros.
Rajoy nos iba a dar la felicidad, pero, criado leal, prefiere estrangular al débil para que el gordo se ponga más gordo, y Botín y sucedáneos salgan indemnes y amenazantes y forrados. Señor Rajoy, perseguir a los parados y a los débiles es asqueroso, por mucho que adultere usted el lenguaje y la ética.
Soraya Sáenz de Santamaría expulsa veneno y sin turbarse alega que si ella hubiera dejado al país como lo ha dejado el PSOE, le avergonzaría salir a la calle, y es muy festejada la infamia entre la parroquia, pero no aclara si ella se suicidará cuando dejen al país en la indigencia y en la división brutal de España entre quienes comen y quienes no.
Rubalcaba, para no irse él, les dice a los jóvenes socialistas que la única herencia que recibió el PP fue una educación pública hasta los 16, una sanidad gratuita, un sistema de relaciones laborales, y una igualdad entre hombres y mujeres. ¿Pero quién va a creer al alquimista Rubalcaba a estas alturas, a quién le va a hacer cambiar de opinión y voto?

Es penosa y profundamente anticívica y antidemocrática esta pugna de retrasados mentales que se traen los gobernantes principales para culpar al otro y exculparse ellos, unos magnificando herencias y otros a vídeo descalificador por semana, y no preocuparse de solucionar los problemas de los ciudadanos, a los que dicen que defienden pero a los que en realidad dan de lado. Retrasados mentales, además de fatuos y malévolos.
Sea de quien sea la culpa, que seguramente es compartida, el caso es que caemos a gran velocidad por el precipicio de la distinción entre ruina y miseria, y son incapaces de razonadamente ofrecer un hálito de esperanza. Son unos farsantes de la política y unos engañaciudadanos. Los ciudadanos somos cretinos integrales, eso pensarán entre risas para sus adentros. Tan cretinos que los soportamos. ¿Hasta cuándo?
Imaginemos, para lo cual no hace falta mucha imaginación, que estos tíos nos llevan a la ruina absoluta, cosa probable y que haría que la ruina en la que nos dejó el PSOE fue juego de froilanes. ¿Qué pasaría, qué pasará? Pues que tendrían que celebrarse elecciones. Tendrían que ganarlas otros que no fueran ni los nuevos ni los viejos arruinadores sin causa ni concausa, aunque del pueblo español todo se puede esperar. Pero ¿quién podría ser, quién será si hubiera lógica? Imaginemos también que ocurre como en Andalucía. Pues mire usted, teóricamente sería lo ideal, lo mejor que podría pasar, por muchos sanchezgordillos que hubiera. Sería lo sensato. Y sensatez es lo que necesita España. Mientras tanto, esperemos y resistamos, no cabe otra, aventemos impaciencias de revoluciones imposibles, protestemos mientras podamos. Estos tipejos no nos derrotarán con sus disputas y estúpidas inculpaciones, no nos silenciarán, no tienen derecho alguno a humillarnos y torturarnos más. Labordeta y Fernán-Gómez lo dijeron con otras palabras.
Y cuando el caos avance, resurgiremos.

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Gota del ODIO: Odiar es malo, pero ¿quién será el personaje más odiado de España? ¿Y del mundo?

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