Puntadas sin hilo

Si la Virgen del Pilar

Si la Virgen del Pilar no hubiese dicho que no quería ser francesa, no nos habríamos levantado en guerra de independencia y reafirmación, y ahora estaríamos votando gozosos como una región francesa más. Preferimos el orgullo de ser un país de segunda. Tendríamos un país en ebullición, con una educación no tan paupérrima como la nuestra, origen de nuestros repetitivos males:
Giramos como una peonza sobre nuestros propios delirios, nuestras preocupaciones, nuestras fobias políticas, nuestras obsesiones y supercherías, religiosas o no, sobre nuestros prejuicios, sobre nuestra estulticia e incultura, dando vueltas y más vueltas y todos los días a lo mismo, a los mismos sinsabores y ansiedades. No conseguimos salir de nuestro círculo vicioso. Siempre hablamos de lo mismo. Aunque eso mismo sea la vida que nos constriñe:
Cuando lean la siguiente frase, dirán decepcionados ‘bah, más de lo mismo, eso ya está muy dicho, este tío es un pesimista: ‘Todos los organismos internacionales y nacionales solventes afirman que el fraude en España asciende a cien mil millones y sin él no habría crisis’. Pero, indiferentes, pasamos a la siguiente noticia sin ni siquiera pensar que no puede ser decente ningún Gobierno, ninguno, que no lo solucione, teniendo fácil remedio. Nos marean y dañan con reformas laborales, inyecciones bancarias, recortes sociales a docenas, millonarios rescates de autonomías, pero no se toman en serio lo del robo escandaloso del fraude. Tenemos el doble de paro que en el resto de Europa y nos lo restriegan a diario, pero también tenemos más del doble de fraude y de ello apenas se habla y si se habla, cansa. O se habla para decir que si se encara la economía sumergida, el desempleo y la pobreza se agravarían, o decir que vamos a perseguir el IVA del fontanero, cuando a ciencia cierta se sabe que el gran fraude no reside ahí, sino en los circuitos del capital y de las clases conniventes con los políticos cobardes, que son todos. Ni uno ha sido capaz de anular las sicav o sociedades de los ricos que no tributan. O el misterio impenetrable de las sociedades de pura tenencia. Persiguen el pequeño fraude, que no representa más que el 8% y no tienen el cuajo moral y político de arremeter contra el Gran Fraude del 92%. Nunca seremos un país serio mientras esto no se arregle. Seremos un país de tramposos, con unos gobernantes que encima presumen de equidad. Estamos en crisis porque nos da la gana.
Estos sujetos marianos y rubalcabos se aprestan a reformar por su cuenta la arquitectura institucional del Estado, cometido hace poco el desmán de un nocturno cambio constitucional. Éste de ahora lo van a hacer ellos solitos en un intento de perpetuarse como únicos partidos alternativos, negando la pluralidad de España y desdeñando cuánto impide nuestro progreso e incapaces de abordar con rigor un pacto duradero y profundo por la Educación sin ideologías impuestas. La continuidad de la catástrofe nacional. Sin educación seria no hay democracia seria. España, un amago, un apaño de país.

Y así todo.
Tenemos una Academia de la Historia que es fiel representación de la falsificación de la historia. Ignoramos quiénes somos y de dónde venimos, ocultamos que nuestro ancestro es malo, entre dictaduras y monarquías absolutas nos han machacado la vida, y no hemos sabido rehacernos y esclarecernos. Nuestra desgracia es que Napoleón no se quedara aquí.

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Gota POSITIVA: Parece que Europa ampliará el plazo para pagar la deuda, y facilitará cantidades para inversión y que no todo sea austeridad. Veremos. De verdad: ojalá Rajoy tenga éxito, aunque no sea por sus méritos.

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