Puntadas sin hilo

Encocoro

Fue el periodista deportivo José María García quien, hace ya tantos años, popularizó la expresión ‘Notario de la actualidad’, referida a los desmanes del deporte.
No me odien por hacer por un día de notario de la actualidad políticosocial y sus desmanes, pero leo, por ejemplo, en Vozpópuli que el dimisionario Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, cobrará casi 200.000 euros de indemnización por su cese, a razón de 9.000 euros al mes durante los dos próximos años, y me encocoro.
Leo que Urdangarin y su socio ganaron un millón al año con las conferencias que organizó el duque para la Generalitat valenciana, y me encocoro.
Leo que Cajasur, la Caja de la Iglesia, perdió 1.100 millones de euros por sus créditos al ladrillo en el año 2010, antes de ser intervenida, y recuerdo que el presidente, el sacerdote Miguel Castillejo, se benefició de una póliza que le permitirá cobrar una renta vitalicia equivalente al salario que en ese momento cobre el director general más 3.005 euros (en total, unos 213.000 euros en 2001). Y además, la mitad de esta renta será heredada por sus cuatro hermanas sucesivamente y de mayor a menor hasta que fallezca la última, y aquí no ha pasado nada, y me encocoro.
Leo que, con la amnistía fiscal, a quien defrauda un millón le perdonan 600.000 euros, y me encocoro muchísimo.

Leo que decenas de escuelas, especialmente rurales, ya no abrirán sus puertas el próximo curso a causa de los recortes, y me encocoro de tristeza. Pobres niños españoles, pobres niños pobres.
Leo que Hacienda y la Policía acreditan con documentación completa la financiación ilegal del Partido Popular para pagar mítines de Aguirre, Camps y Rajoy, y me encocoro sostenidamente. Indefectiblemente todos los juicios deberían celebrarse antes de cuatro años como tiempo máximo y aunque fuera en piezas separadas.
Leo, con retraso, que el ministro Soria dice que no hay margen de maniobra para dar más dinero al carbón, y naturalmente me encocoro. Ni siquiera cumplen lo firmado hasta 2018.
No sabía que la capital del Capitalismo era Jauja, pero leo que lo inminente es rescatar a las concesionarias y constructoras de la autopistas deficitarias, empresas privadas, y me encocoro hasta el berrinche, porque si usted tiene una pyme, pequeña empresa o es autónomo y quiebra o tiene pérdidas nadie le ayuda ni rescata. Es el capitalismo de clase. ¿Cómo iban a dejar que pierdan dinero Florentino Pérez, Alicia Koplowitz o Villar Mir y demás peces gordos?
Termina mi jornada laboral y dejo de encocorarme. O sí. Pienso que deberíamos hacer un concurso para saber quién es el español que más miente. Yo propongo a Rajoy: "Sabemos convertir cada revés en un nuevo comienzo", acaba de afirmar ante la Confederación de Empresarios. Me encocoro nuevamente.

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