Puntadas sin hilo

Dios

¿Y a mí quién me indemniza ahora de que Dios no exista? Este descubrimiento científico del origen de la materia altera radicalmente la comprensión y la historia del mundo. El miedo debe desaparecer de nuestras vidas. Los creyentes tendrán que demostrar su existencia, relevando a los no creyentes de esa obligación secular. Los dramas y conflictos personales se desdibujan, aunque el mal esté hecho y grabado a fuego. Las imposiciones teológico-sociales se derrumban. Dios ya no será un subterfugio, una coartada de brujos y poderosos. Todo desaparece, las inquisiciones, las torturas, los sambenitos, las guerras de religión, las Cruzadas, los misticismos, los fanatismos, todo era una gigantesca y bien armada mentira, una fantasía de seres humanos enfermos necesitados de agarrarse a algo. Confundieron, confundimos, religiosidad con espiritualidad. Dios era, es, una subpartícula atómica creadora. Desgraciadamente la ignorancia pervivirá como campo abonado para la comodidad de seguir creyendo. La Biblia era una novela inventada, digna de ganar el premio literario de más alto reconocimiento. Cristo fue un revolucionario respetable en sus teorías cívicas, pero que desbarró en creencias superiores, como todos los fundadores de religiones. El portavoz de los obispos españoles se ha apresurado a manifestar que están muy contentos con que la Física se ocupe de Dios, ante el anuncio de que les cierran el negocio. Ellos y sus antepasados, que siempre negaron todos los descubrimientos y avances de la ciencia, imponiendo calvarios hasta que fueron aceptados y disfrutados. Ya no existe el pecado, la confesión, la absolución, el remordimiento de conciencias, el sacrilegio, la blasfemia, los privilegios eclesiásticos, el desprecio hacia las mujeres, las injerencias en la sociedad civil, las apasionadas y estériles discusiones de adolescentes sobre quién hizo el mundo y quién hizo a Dios. Dios no ha muerto, porque nunca ha existido. Ni siquiera era de derechas. Habrá que buscarse nuevos soportes. Nadie nos indemnizará por lo que hemos sufrido, por lo que nos han mentido, por cómo nos han educado en el error y en el temor. Pero desde que Dios es una partícula al fin somos libres. Lo siento por quienes honradamente hayan creído en su existencia. Aun en la indiferencia somos el germen de un nuevo mundo y una nueva concepción de la vida. Vienen tiempos difíciles para el convencimiento, pero esperemos que las oscuras y tenebrosas fuerzas no nos aplasten y resuciten inquisiciones. Porque jamás podremos perdonar el daño político, económico y social que ha hecho ese Dios imaginario.

Gota GORDÍSIMA SOBRE BANKIA: No esperen resultados antes de cuatro o cinco años. La complejidad del asunto, el alto número de imputados, que contratarán a 33 acreditadísimos abogados, y un sistema tan garantista como el español pueden hacer que al final el proceso se diluya en la noche de la justicia, por muy magnífico que sea el juez instructor, que lo es.
Pero de lo que no cabe la menor duda es del suplicio que el señor Rato y sus acompañantes van a padecer durante todo ese tiempo.
De lo que tampoco cabe duda es de que socialmente ya están condenados, sea cual sea la sentencia en su día. En caso de condena la recuperación del dinero estafado o malversado sería relativamente fácil en comparación con otros procesos.

Conviene decir que admitida ya a trámite, y con querellante particular, no cabrá la prescripción, que tanto preocupa a un sinfín de ciudadanos desconfiados. Ni prescribirán las actuaciones judiciales ni los delitos habrán prescrito, a tenor de lo reciente de su comisión.
Es de justicia resaltar que el querellante ha sido UPyD, el partido de Rosa Díez.
Particularmente a mí me interesaría mucho que se aclaren los numerosísimos préstamos concedidos a familiares de los imputados, cuando no a ellos mismos, y el interés al que fueron concedidos y si fueron devueltos. Me interesa casi más que los préstamos concedidos a los partidos políticos.
Finalmente, y ante la irritación social y la lentísima espera que se avecina, creo que los ciudadanos se darían momentáneamente por satisfechos si encarcelaran preventivamente a los imputados, como si fueran estudiantes que se manifestaron, decisión que me atrevo a vaticinar no se llevará a cabo y que quedará al criterio según ley del buen juez encargado del asunto.

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