Si el discurso y réplica de Rubalcaba no los hubiera pronunciado él, sino alguien menos falto de credibilidad, habría mandado a Rajoy a la lona de la dimisión. Pero se ha llegado a un punto en el devenir democrático en que la capacidad y derecho de rectificación de sus errores que Rubalcaba exigió para sí probablemente no le sea concedida por los españoles. Aunque su discurso y réplica hayan sido espléndidos.

El PP es como esos deportistas que andan, e incluso corren, hacia atrás en su retorno al pasado, mientras que el PSOE es como quienes hacen futin en una cinta andadora, que creen que andan pero andan, por mucho que le den al botón para acelerar la marcha.

Ayer fue un día triste para la democracia. Se escenificó con esmero la imposibilidad de entendimiento ni siquiera mínimo entre los partidos del Gobierno y de la Oposición oficial. Todo bajo los berridos de los diputados populares, y la tosquedad del Presidente del Congreso, señor Posada. Los diputados de uno y otro signo reducen la política a ser como hinchas fanáticos de un equipo de fútbol. No aportan razones, sino descalificaciones, y los convencidos se reafirman en sus convencimientos, aunque no sean coincidentes con los de los españoles, que les reclaman cordura democrática y educación personal.

Y sin embargo hay vida después del PP y del PSOE. El discurso de Cayo Lara fue conmovedor y lúcido, aun en la aspereza de su tono de voz. Los españoles deben saber que la justicia social no entraña comunismo de libro. Simplemente se nutre de la bondad humana llevada a la realidad. Bravo por Izquierda Plural y sus reivindicaciones. Tienen razón: Nos han robado la esperanza, por mucho que Rajoy se retuerza aguijoneado.

Rajoy, en la más pura tradición de la derecha implacable, enseñó la patita del No a la dación en pago; el sistema (de los poderosos) se dañaría. Así lo dijo el Presidente del Gobierno en lo único en fue claro y conciso. La Iniciativa Popular Legislativa ya ha fracasado antes de comenzar su tramitación. Sépanlo.

Rubalcaba invitó a Rajoy a hacer una gira por los comedores sociales del país, y visitas por sorpresa para presenciar desahucios de viviendas en pleno desalojo. No es probable, creo, que acepte. Ni que visite las colas del paro, como hizo en la oposición, ni que compre en persona sus medicamentos en copago contra la tensión política, aunque él no tiene que ahorrarse ocho euros para comprar dos pollos para sus nietos y renunciar a las medicinas.

Ya en los inicios alcanzó el clímax: ‘Hemos dejado atrás la inminencia del desastre’, ya estamos en él, le faltó decir.

Y lo que es definitivo: los ciudadanos pasaron del debate, no les interesó nada (Audiencias: Sálvame: 16,5%; El secreto de Puente Viejo: 17%; Amores verdaderos: 7,8%; La ruleta de la suerte: 18,5%; Mujeres, hombres y viceversa: 12,5%; Debate Estado de la Nación: 3%). Y no les creen, que es lo más grave que le pueda pasar a los políticos. Pero ellos ni se inmutan. Sí, señor Rajoy, nos ha robado usted la esperanza.

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Gota AUXILIO: Al igual que los de A Coruña, los bomberos de Catalunya y los de Madrid también se niegan a colaborar en los desahucios de viviendas. Poco a poco...

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Gota MONARQUÍA: El Partido Socialista catalán pide la abdicación del Rey para que el Príncipe Felipe le suceda y pilote un nuevo proceso constituyente. Interesante.