Se corren de gusto con la ley, perdonen la expresión. Y presumir de su aplicación. Si les conviene, porque si no, la cambian. Y si no pueden, hacen trampas. Les da igual lo que sea, hipotecas, aborto, tve, bancos, impuestos. Todo lo acoplan a su mundo, siempre con la ley en la mano. Su cinismo les lleva a pregonar que la ley es la única norma de conducta y que si no se está conforme se puede cambiar, precisamente con arreglo a la ley. Pero nunca la cambian en el sentido que interesa a los ciudadanos. Por eso estamos en una democracia de ley y tientetieso. Y con la porra en la mano, por si acaso.

Un sistema político no es aceptable si sus principales leyes no son consecuencia de acuerdos. Las discrepancias no admiten respuestas de hierro. Porque si ésa es la respuesta ni el presente ni el futuro están garantizados. Crean fuentes de crispación y desavenencias graves. No es admisible legislar sabiendo que cuando vengan ‘los otros’ anularán lo legislado. Tienen que existir leyes que resistan los cambios: educación, sanidad, avances sociales, fundamentalmente. Derogar esos acuerdos conduce a la autocracia, que es lo que actualmente vivimos en España.

Y no siendo así, ¿es obligatorio que los ciudadanos cumplan las leyes? Si se les somete a un empobrecimiento arbitrario y no pactado, esa obligación decae. Las leyes se convierten en viveros de injusticia. Si se niegan a legislar nuevas formas de elección, ¿hay que esperar y respetar lo que puedan decir tardíamente las urnas? La autocracia es la espita de una serie de bombas arrojadas sobre la población: a los preferentistas de Bankia, por ejemplo, les reducen un 70% su valor y el otro 30% se lo dan en acciones que apenas valen céntimos; hacen una Ley de Costas para ilegalizar lo ilegal y abrir nuevamente la especulación con edificios en la misma costa; la privatización de los hospitales de Madrid conduce a la exigencia de que el gasto por paciente deba reducirse un 20%; lo de las hipotecas y dación en pago ya lo saben ustedes en el alarde de dictadura parlamentaria de ayer; solo podrán acudir a la justicia los que tengan dinero; un enfermo muere al rompérsele la aorta tras nueve meses de espera sin que nadie se inmute; TVE se hunde por no respetar el acuerdo existente para consensuar la Dirección; Europa nos desprecia y amenaza sin que rechistemos y ahora hasta en el Parlamento alemán se nos ha vuelto a comparar con Chipre; Cifuentes está atenta a dar la orden de ataque ante cualquier manifestación; se involucran en la defensa de Infantas a través de la Abogacía del Estado y la Fiscalía... Todo un cúmulo de provocaciones, todo un atropello al equilibrio democrático. Y han azuzado a sus mastines más agresivos, cospedales, arenas, pons, pujaltes. Ladran no porque cabalguen sino por si acaso los ciudadanos se atreven a caminar hacia la discrepancia, la rebelión o la transgresión de la ley ‘ilegítima’. Es el final precipitado de "todo lo que era sólido", como escribió Antonio Muñoz Molina, y que aún creíamos recuperable. Los españoles ya no creen en la ley. Y no se les puede censurar por ello. Este Gobierno ha hecho de la ley una constante provocación, una macabra caricatura de democracia, una incitación a la violencia.

________________

Gota AZNARIANA: La arrogancia por la arrogancia siempre se paga. Por ello el expresidente Aznar debiera meditar sobre sus gastos de representación declarados (que cotizan fiscalmente al 21%), que encubrían un sobresueldo (que cotizan fiscalmente al menos al 40%). ¿Retirará la demanda interpuesta por considerar ofendido su honor?

________________

Gota TRISTÍSIMA: Ya se empiezan a tomar medidas para evitar que los niños españoles continúen pasando hambre y puedan tomar algo de desayuno y dos veces al día, y aunque los Gobiernos andaluz y canario hayan tomado decisiones para ello, ¿hasta cuándo habrá medios para evitar la hambruna? ¿No va a hacer nada el Gobierno de la nación?

_____________________

Gota SOSPECHOSA: Ser sospechoso en EEUU es ser hombre muerto.