Puntadas sin hilo

O cambiamos o nos echan

No, no lo ha dicho Rajoy, aunque debería. Lo ha afirmado Ramón Jáuregui, diputado y dirigente socialista, ex ministro, buen tipo y educado. ¿Pero se puede cambiar con y por los mismos que originaron la catástrofe? ¿O esto de la política es cosa de mercachifles y marchantes? Claro que Rajoy también purgo a su partido, se quedó él, y ganó. Pero el azar no es una necesidad, sobre todo si el oponente traiciona las esencias.

¿Qué quieren cambiar los socialistas? Porque otro, el ex lehendakari Patxi López también ha expresado que hay muchas cosas que cambiar de forma radical. Digan qué cosas y quiénes y qué garantías ofrecen ustedes; ya no basta un programa de buenas intenciones, a cumplir o no. Se les ha acabado el crédito y necesitamos avales morales y materiales. Y el mejor aval sería el de gente nueva. De las cuestiones urgentes de España una de las primeras es la sustitución de Rubalcaba y su equipo directivo al completo. Para que cambien las cosas y que nadie cambie, como la famosa y ya tópica aseveración, y se calmen la irritación y la desconfianza. Pero el parto lo están preparando ustedes mismos para que el nuevo muñeco surja a su imagen y semejanza y a largo plazo. No sería extraño que el niño saliera clonado.

El PSOE está en vías de progresiva disolución y solo un revulsivo brutal podría evitarlo. Mejor un novato que alguien estigmatizado. No valen los Madina, Chacón y oscuros aspirantes de la vieja ola. Renovarse o morir, ya se sabe. Sin que los viejos popes le preparan e impongan el programa al recién llegado. A lo mejor seducía a los españoles y se mostraba abierto, novedoso y duro a la vez. Lo que es seguro es que con estos vamos al desplome, por mucho truco y habilidad que desarrollen. Los españoles no los soportan, les han pillado el renuncio y engaño de compra y venta de decisiones sumisas al sistema. En el fondo no somos un país tan viejo, queremos la sorpresa del debutante. Luego, mejor dicho, al mismo tiempo, vendrá el programa necesario, que todos sabemos en qué consiste. Podrían encontrarse con la sorpresa de que los ciudadanos desean al progreso. Frente a tanto retraso y descaro, frente a tanto mariano, frente a tanta caverna y tanta golfada. Todos deberían, deberíamos, asumir la frase, O cambiamos o nos echan, el Rey, la Iglesia, la banca, los corruptos aprovechados, los caciques y caciquesas de autonomías, los disgregadores, los beneficiarios de tanto desmán habido. No queremos guillotinas; queremos que alguien abra la Constitución al debate, queremos que los jóvenes hagan España, queremos que los viejos políticos, e incluso los carcamales periodistas, desaparezcan, desaparezcamos, queremos que el terso socialismo posible renazca. Nos han robado nuestros ahorros democráticos con la letra pequeña de las acciones políticas preferentes con las que nos han hartado. Sí, sí, queremos echarlos.

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Gota de CUESTIONES URGENTES: 1. Saber qué piensan los once millones de votantes del PP. 2. Saber qué posibilidades tiene la izquierda de organizarse y qué ofrece concretamente ante el hipotético cambio de gobierno. 3. Sustituir a Rubalcaba por alguien a quien la gente crea, aunque tenga menos cualidades. 4. Suprimir la prescripción, con efectos retroactivos, de todos los delitos para que nadie se vaya sin castigo. 5. Someter a referéndum la pertenencia a la UE y al euro. 6. Explicar de modo convincente la necesidad de privatizar hospitales. ¡Nada menos que 900.000 votos solo en Madrid contra la privatización! 7. Prohibir que ningún ex político, ex ministros incluidos, forma parte de ningún Consejo de Administración de ninguna empresa. 8. Método fiable para recontar participantes en huelgas y manifestaciones. Pueden añadir las que deseen, pero que sean viables.

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