¿Pero qué lento genocidio es éste al que nos somete el Gobierno en todos los órdenes y que ahora se concreta en los que practican en sanidad contra la cabeza y el corazón, los dos órganos privilegiados del ser humano, sin que le vejiga o los pulmones dejen de tener también importancia? Suspender la última fase de investigación de prevención y tratamiento sobre el Alzheimer como consecuencia de los recortes del Ministerio de Sanidad es absolutamente descalificador de un Gobierno por mucha crisis que haya. Olvidar, no recordar, lo bueno y lo malo, es la peor enfermedad que puede padecer el ser humano. Por muy indolora que sea. Convierte a la persona en guiñapo, un ‘alguien que sobra’. Anular la capacidad afectiva de un ser humano es la más cruel política que puede levarse a cabo, y eliminar el gasto que supone luchar contra ello tiñe de cobardía y vileza máximas a quienes ordenan tales recortes. El o los/las políticos que lo deciden dejan de tener condición humana y pasan a la de bestias.

Después de miles de versos y novelas sobre el corazón, al final se descubrió que no es más que un músculo. Pero un músculo vital y que no pierde su candor romántico. Como dijo el gran Ernesto Sábato, la vida es mucho más triste desde que hemos dejado de esculpir con navaja dos corazones en la corteza de un árbol. Que las listas de espera para operaciones cardiacas se hayan retrasado ya un año aparte de los retrasos crónicos que ya había, a causa también de la supresión de unidades de cardiología, es una muestra más de la implacabilidad sanguinaria y genocida del Gobierno. Efectivamente, el corazón se ha convertido en un cazador solitario y sin esperanza, una fresa amarga y salvaje en el mundo económico que nos invalida como personas sensibles. El lento genocidio de la cirugía eliminada.

El genocidio está manifestándose en todos los ámbitos. Los españoles han perdido la esperanza, que es el más grave. Viven en la desconfianza, cuando no en la desesperación. Se gasta donde no se debe y no se gasta donde se debe. Saben que todo seguirá igual, o peor, durante muchos años, sin que se le ponga remedio eficaz. Las mismas jerigonzas partidistas, el genocidio del número de parados camino de los siete u ocho millones, la disputa en la enseñanza, saber que no cumplirán sus promesas, con idéntica forma perpetuada de elección, permitiendo que la Constitución sea papel mojado, dudando de la justicia, manteniendo la facultar gubernamental de indultar, negociando la visita del Papa, sin recuperar el dinero de los ERE andaluces ni de los sobresueldos de los dirigentes del PP, sabiendo que nada cambiará en España en los próximos años, esperando a morir en este lento genocidio con que nos humillan a los españoles.

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Gota RECONFORTANTE Y EMOCIONANTE: Dos mellizos recién nacidos en una clínica de Guipúzcoa se han dado la mano entrelazándolas.