Resulta sorprendente, y decepcionante, que los dos partidos principales que han gobernado durante la democracia hayan podido con el Ejército, pero no con los otros dos poderes fácticos, Iglesia y Banca. Ambos campan por sus respetos. Y en tanto no se solucione esta cuestión, España no podrá ser un país moderno y desarrollado. No nos engañemos, no se trata de la manida separación de poderes entre legislativo, ejecutivo y judicial, se trata de saber quién nos manda de verdad.

La actitud del PSOE con la Iglesia fue vergonzosa y claudicante. No solo incrementó la brutal ayuda económica que le entregaba, sino que perpetuó su financiación, incumpliendo lo estipulado de que habría de autofinanciarse. El temor a perder los votos católicos fue la causa de tal perversión o prevaricación ideológica.

Naturalmente, ahora el Partido Popular refuerza la injerencia de la Iglesia en la sociedad civil, cediendo a, casi, todos sus deseos. La cuestión medular de la enseñanza de Religión es la explicación definitiva de que en España ocurre lo que no sucede en ningún otro país avanzado del mundo occidental. España se ha convertido en una teocracia de paisano. La Iglesia sigue siendo un poder decisivo, por muy encubierto y en la sombra que quiera aparecer. Y, en contra de lo que predica, se alía con quien tiene el poder político.

La Banca es el otro poder fáctico que domina y sojuzga el país. Cierto que la influencia de la Banca es universal y Europa, en la que estamos incrustados, se rige por sus normas, capitalistas hasta lo exacerbado. Pero no ocurren los desmanes y dislates que se han hecho habituales en España, y si en otros países han surgido los han corregido de modo inmediato y bastante satisfactorio. Lo de España sobrepasa lo obsceno. En el recuerdo y conocimiento de todos nosotros están las constantes irregularidades de Cajas y Bancos si que se les haya puesto cerco real ni eficaz para el futuro y perdonando sin sanción el pasado. Los bancos continúan siendo nuestros dueños, y los partidos políticos sus intermediarios.

Ahora que sociológica y demoscópicamente se sabe que el bipartidismo ha terminado y que a los dos grandes partidos se unirán IU y UPyD, la tarea de erradicar la influencia decisiva de estos dos poderes no resultará fácil ni probable. Tanto IU como UPyD, digan lo que digan, están en el sistema de la aceptación capitalista, y por tanto compadrearán y su ambición de permanecer en el poder les impedirá enfrentarse a esta cuestión. IU dirá que la pospone por no ser urgente. Y, desgraciadamente, el pueblo por sí solo tampoco podrá arbitrar remedio, pues los movimientos sociales aún son una muy lejana esperanza. Hemos llegado a tal situación de indefensión y desvalimiento que, contraviniendo el eslogan, bien puede decirse que El pueblo unido siempre será vencido, por la Banca y la Iglesia.

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Gota de AMENAZA TERRORÍFICA PERO CIERTA: Los expertos designados por el Gobierno se inclinan por recortar las pensiones futuras y desligar las actuales del IPC y concretar éstas según vaya la Economía. O sea que las bajan.

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Gota AVISO PARA NAVEGANTES: El periodista de El País, Carlos Boyero, ha sido condenado a pagar 6.000 euros por llamar nazi a Mourinho en un foro digital.