Puntadas sin hilo

Jubilan a mi amiga médica

Y no cubren su plaza. No le permiten cinco años más de actividad, como en otras profesiones. Ésa es la forma que tienen de acabar con la crisis. Los médicos jóvenes que se busquen la vida como puedan. Tras conocerse hoy las cifras de paro, que ha descendido en 16.620 personas durante marzo, el Presidente del Gobierno debería tener la decencia de rectificar y decir que ni la crisis ha terminado ni estamos saliendo de ella. Lo ha dicho el viceministro alemán de Economía: "la bajada de la prima de riesgo no supone el final de la recesión; el verdadero índice de salida es el paro."

Suponiendo que el paro descendiese 16.000 personas cada mes, lo cual es muchísimo suponer, tardaríamos veinte años en alcanzar una situación que se pudiera considerar de normalidad. Veinte años con esta angustia. Sí, claro, es mejor bajar que subir, como ocurría con los socialistas. Pero es que llega un momento en que ya no se puede subir más. Aparte de que habría que contar cuántos trabajadores se han visto obligados a emigrar para que el paro haya descendido en 16.620. O quienes ya han renunciado a inscribirse al haberse acabado el tiempo de sus prestaciones sociales. O se han refugiado en la chapuza y la economía sumergida.

¡Y, sin ánimo de derrotismo, qué decir de la calidad del trabajo y la cuantía de los salarios, dejados a la sola voluntad de los empleadores! Todo se reduce a un ir tirando en lo manido y no buscar ni propiciar nuevas modalidades de trabajo y producción que nos incorporen al mundo moderno. La gran mayoría de esos 16.620 puestos de trabajo son en construcción y servicios y de muy corta duración. Como siempre. Mientras esto no sea la actividad principal de cualquier Gobierno, continuaremos siendo un país de remiendos provisionales y trabajadores humillados. Ayer mismo se suicidó un hombre de 52 años en un pueblo de Alicante, sin trabajo y acuciado por la hipoteca de su casa. Pero eso no entra en la estadística. Ni tampoco entra que la Comisión europea haya dictaminado que los recortes del Gobierno de Rajoy han perjudicado claramente a los más débiles, que no da pie a presumir de equidad y justicia social. Rajoy ha convertido España en un país deforme. Es hora de preguntar ¿cuánto dura la herencia recibida en la que aún se apoyan, prescribe algún día en el que ya serán responsables los herederos? Seguimos a la cola de Europa en todo, menos en el desempleo, en el que estamos a la cabeza, 26-25%, el doble de la media europea? ¿Por qué?

El hecho es que a mi amiga la han jubilado, y como a ella a cientos. Más enfermos y menos médicos. Cuídense.

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