Puntadas sin hilo

Pablo Iglesias y los medios de comunicación

¡Jo, otra vez hablando de Pablo Iglesias, qué obsesión! Pues sí, por un lado lo siento: un día más, pero por otro me alegro porque eso quiere decir que está vivo y en la lucha por lo relevante. Iglesias es ‘partidario de una regulación de los medios de comunicación desde el poder público con el fin de garantizar la libertad. Tienen que existir mecanismos de control público. Los medios de comunicación están en manos de multimillonarios. No tienen por qué ser mecanismos institucionales, pero no señala cómo sería ese control’. Parece que los Códigos penal y deontológico no le bastan, sobre todo si no se aplican y reina el corporativismo. Y no habría control no institucional que a la postre no estuviera dominado por el poder político.

El ejemplo más evidente lo tenemos en el medio público RTVE, en el que actualmente el Gobierno hace lo que le viene en gana, y así fue también en la larga época de Felipe González y en la de Aznar. Solo con el denostado Zapatero es estableció que el Director General fuese consensuado y así se hizo, dando lugar a los informativos más objetivos de la historia del ente, acuerdo que el PP quebró nada más llegar al poder y sin que se inmute ante la pérdida de neutralidad, calidad y audiencia.

Es necesario señalar que el 80 % de los españoles se informa exclusivamente a través de la televisión.

Las cadenas autonómicas, sumidas en gigantescas pérdidas y desmanes, están en manos y decisión de los gobiernos autonómicos correspondientes y a fe que utilizan su poder.

Las cadenas privadas efectivamente son propiedad de multimillonarios: Telecinco y Cuatro De Berlusconi, y A3 y La Sexta del también propietario de Onda Cero, La Razón y el grupo Planeta José Manuel Lara, aparte de varias complementarias que cada uno tiene en TDT. Por su parte los obispos tienen la suya, 13 tv.

¿Cómo se regula esto para que haya libertad, neutralidad y sobre todo honestidad en la información? Imposible. Caeríamos en una cierta dictadura de uno u otro signo. Y tampoco hay que darlo tan masticado. Los españoles son libres para elegir, contrastar y hacer crítica. Yo, por ejemplo y perdónenme que me cite, solo veo el informativo de Piqueras, porque me parece el más libre y mejor hecho, aun siendo de Berlusconi la empresa, pero creo en la honestidad de Piqueras.

En A3 y La Sexta, Lara mantiene a Wyoming, Jordi Évole, Ana Pastor, La Sexta noche de los sábados, a la que acude Pablo Iglesias, y Al rojo vivo, porque ya estaban cuando compró la cadena y marchan bien de audiencia, aunque veremos cuánto duran y si ellos mismo no se regulan.

En la prensa y la radio ocurre tres cuartos de lo mismo, con la agravante de la caída de El País, uno de los más hermosos soportes de la libertad democrática, en las garras de los bancos y de un fondo de inversión norteamericano. Aparte de que están todos en la ruina.

Quedan los muy numerosos diarios digitales, que sobreviven a duras penas.

Y las redes sociales están multidispersas pero no conforman medios de comunicación coherentes e individualizados.

Así pues, ¿es legítimo el control público de A3 y demás?, ¿transgreden la libertad que concede la democracia y la Constitución? ¿Se imaginan que en este mismo y humilde blog nos dijera un poder público, per se o delegado qué temas debemos tratar y cómo debemos hacerlo, yo y ustedes, no estarían atentando verdaderamente contra la libertad?

Además, todos los medios están presos de la libertad y de los anunciantes. ¿Cómo denunciar a Telefónica, por ejemplo, si cometiere una irregularidad cuando hay un anuncio de esa compañía al lado de tu escrito? Que yo sepa, solo hay un diario, infoLibre, que no admite publicidad a la que subordinarse y está luchando duramente por sobrevivir.

Está bien que Iglesias mantenga su opinión, y aunque no dé soluciones, convendría meditar sobre ello. Es más complicado de lo que parece y de la crítica fácil. Pero, repito, está bien que Iglesias proponga alterar el sistema de financiación y expresión de los medios y que deban estar sujetos a control público. Lo difícil es la solución. ¿Alguno de ustedes la tiene y nos la puede decir? Lo espero con interés máximo.

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