Asuntos & cuestiones

Berlusconi: un ejemplo moral

El bipartidismo tiene muchos defectos pero, para mí, el peor de todos se produce cuando la derecha se aglutina en torno a una única opción, como en el caso de España o de Italia. La cuestión de fondo es que el voto de la derecha no responde sólo a una cuestión de coyuntura política representada por un programa, sino que lleva asociado, además de una ideología, sentimientos orden espiritual, como la religión. Representa no sólo a un conjunto de ciudadanos, sino también un esquema atávico de organización social formado por "la gente de bien". No hay posibilidad de que su voto pueda trasladarse a otra opción política. Sería tanto como renegar de su fe. De paso, el rival queda anatemizado y convertido en enemigo. Como quiera que la causa es de un orden superior al social, cualquier herramienta, cualquier estrategia, incluso violando las reglas del juego, queda plenamente justificada al estar al servicio de un fin que rebasa el terreno de lo mundano. El hecho de tener garantizado el voto dota de una impunidad total a esos políticos que, sin duda, aniquila el sistema. El señor Berlusconi, tan admirado por los líderes de nuestro centro, es un claro ejemplo de lo que quiero contar. A pesar de haber sido condenado por sobornar jueces para llevar a cabo prácticas ilegales de todo tipo, lo que en un Estado "de Derecho" serio le inhabilitaría para ejercer cargo público alguno, por ser corruptor de la esencia del sistema que pretende dirigir, a pesar de ello, decía, los italianos de bien premiarán sus fechorías con su voto, convirtiéndole en un ejemplo moral. Eso es lo triste, sus votantes harían lo mismo, quisieran ser como él. Esta masacre ética, además de tóxica es contagiosa. Una peste que, si no lo remediamos, se nos viene encima.

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