Asuntos & cuestiones

La Sanidad: una oportunidad de negocio

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, señor Juan José Güemes, miembro de la familia Fabra, sonríe con altanería ante los abucheos y broncas que le montan en sus paseos por los hospitales.
Pide con cinismo, comprensión y paciencia para los que protestan que, según él, lo hacen a cambio de dinero. La única razón por la que entiende que alguien se rebela es porque le pagan. Este argumento se vuelve contra el que lo pronuncia.
Mariano Rajoy decía lo mismo de los artistas que pedían el voto para José Luis Rodríguez Zapatero; no concibe que exista la ideología, dando a entender que se presenta a presidente por la pasta.

¿Y el señor Güemes por qué está ahí? ¿Por qué se ríe con desprecio de los que se quedan en la calle por decisión suya? ¿Está por la pasta, como "presuntamente" lo están los miembros de su familia, por trincar "presuntamente"? ¿De dónde le viene esa altanería chulesca?
En el caso por el que juzgan a su suegro, hay cien cuentas corrientes por medio –¿para qué las quiere un cargo público que niega tener empresas?– que movieron 15 millones de euros cuando sus ingresos oficiales eran de 73.000. Se comprende que no entienda la ira de los que se quedan en la calle. No todos tienen esa cantidad de dinero sin saber de dónde ha salido.
Si yo estuviera en su lugar sería más prudente, menos chulo, por decirlo en términos coloquiales, pero claro, supongo que ante una maniobra tan grave, cruel e irresponsable como es la de hundir la Sanidad pública desviando los fondos a los bolsillos privados, hace falta alguien con un talante de ese tipo, mientras su jefa se da mechas y sonríe, y el líder supremo reparte caramelos a los niños.
Defendamos la Sanidad pública y a sus profesionales; se lo merecen; nos lo merecemos.

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