Asuntos & cuestiones

Adictos y recusados

El plan de privatización de la sanidad emprendido por la Comunidad de Madrid, vendido a los contribuyentes como "un incremento en la calidad del servicio" y a los empresarios, a través de la propaganda institucional, como "una oportunidad de negocio", ha calado hondo entre los centristas que quieren ampliarlo a otros servicios o poderes del Estado. En el caso de la Justicia, las ventajas serían múltiples. En primer lugar, permitiría libertad en la elección de juez. Se trataría de un sistema revolucionario que evitaría imputaciones no deseadas y detenciones molestas. Siempre decimos que la Justicia debe estar próxima al ciudadano, qué mayor proximidad que tener a mano un "juez de cabecera" que nos conoce, nos comprende y, llegado el caso, nos echa una manita. Mariano Rajoy está muy dolido porque, con la cantidad de jueces que hay de su cuerda, le ha tenido que tocar uno de la minoría. Sí, es mala suerte porque, además, el juez Garzón es veleidoso y no siempre fue enemigo. Ya se le ha olvidado a don Mariano cuando le ensalzaba en los medios de comunicación destacando su profesionalidad e independencia. Entonces, claro está, juzgaba a altos cargos del PSOE.

Yo creo que más recusar al juez, lo que Rajoy debería exigir es que se paralice el proceso y se monte una comisión de investigación como la que se está llevando a cabo en Madrid con el tema ese del espionaje interno, donde la presidenta anunció luz y taquígrafos para que todos pudiéramos asistir a la manipulación, el veto y el desprecio a la ciudadanía que allí se perpetra. Y es que, a este paso, la Justicia va a acabar investigando quién decidió que la estación del AVE de Guadalajara se hiciera en la finca de la familia de Esperanza Aguirre, y eso sería dejar que Moscú tomara la Puerta del Sol.

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