Asuntos & cuestiones

'Spain is different'

La degradación política y moral a la que están llegando gobiernos como el de Generalitat de Valencia o la Comunidad de Madrid contamina la esencia de la democracia y a la ciudadanía. El voto de la derecha, al ser fiel e inamovible, dota a sus representantes de una impunidad absoluta a la hora de ejercer sus funciones, sin que la calidad o la legalidad de su gestión influyan en su continuidad en el cargo. Los capítulos de corrupción, derroche, opacidad, nepotismo, que tienen siempre como colofón el asalto a los presupuestos para derivar el dinero público a bolsillos afines, deberían tener consecuencias en los resultados electorales pero, por desgracia, no es así. Esto provoca que en el seno de un partido político se pueda crear una compleja organización para delinquir sin que sus máximos responsables tomen medidas contra los presuntos delincuentes y en cambio sí acosen y persigan judicialmente a compañeros, funcionarios o ciudadanos que declaran lo que saben a requerimiento de los jueces.

El último caso lo hemos visto en la Comunidad de Madrid, donde una persona de la máxima confianza de la presidenta, tras declarar que conocía los consabidos casos de espionaje porque era su marido el que los llevaba a cabo a instancias de la autoridad competente, ha sido despedida de su trabajo, al tiempo que degradada por la propia Esperanza Aguirre de la galaxia política al cenagal de la prensa rosa al atribuir sus declaraciones a un divorcio complicado. Olvida doña Esperanza que no hay contradicción entre mujer despechada y verdad. La venganza no implica mentira, a veces se traduce en ruptura del pacto de silencio, pacto al que se encuentran sometidos muchos funcionarios que serían arrojados a los leones si osaran abrir la boca en esta democracia tan española. ¿Por qué?

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