Balagán

Los cacos de Tel Aviv

El Mundial de Sudáfrica se sigue religiosamente en todo Oriente Próximo e Israel no es una excepción. El Yediot Ahronot publicaba el otro día una pieza curiosa acerca de la notable dismunición de actos delictivos en el país, y especialmente en Tel Aviv, desde que comenzó a rodar la pelota.

En la primera semana del Campeonato se produjeron 97 robos en automóviles en el área de Tel Aviv, mientras que en el mismo periodo del año pasado los cacos robaron en 283 automóviles. Esto representa una caída drástica que la policía explica diciendo que los amigos de lo ajeno están muy ocupados pegados a la tele y comentando el Mundial,  y apenas les queda tiempo libre para ganarse la vida.

La policía constata que no sólo han caído significativamente los robos en automóviles, sino también los robos de automóviles y los asaltos a viviendas. En la primera semana del Mundial se denunciaron 164 asaltos a viviendas en el área de Tel Aviv, frente a los 228 del mismo periodo del año anterior. En la misma semana, este año se han robado 99 automóviles en el área de Tel Aviv, frente a los 139 de año pasado. Y se ha de tener en cuenta que Israel no se ha clasificado para el Mundial, por lo que cabe imaginarse que si su selección estuviera en Sudáfrica el número de delitos todavía habría sido menor.

Los árabes de Oriente Próximo, en cambio, al menos los que se han abonado al canal deportivo de Al-Yazira, han tenido un serio problema a la hora de ver los partidos: unas interferencias cuyo origen parecía un misterio no les permitían ver los partidos. Al-Yazira ha sugerido que Israel estaba detrás de las interferencias, aunque no ha aportado ninguna prueba.

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