Balagán

Sobre burqas y niqabs

Eda Haredit, que habitualmente se traduce por "Comunidad Ultraortodoxa", constituye un grupo relativamente pequeño y curioso de judíos muy religiosos y antisionistas. En Jerusalén viven en su mayor parte en el barrio de Mea Shearim, que merece la pena ser visitado aunque sólo sea para sentirse transportado en el tiempo a la Europa Central de los siglos XVIII o XIX.

Esta semana los rabinos de Eda Haredit han dado una nueva orden dirigida a las mujeres. A partir de ahora, las mujeres de la Comunidad no deben salir a la calle si no se cubren completamente el cuerpo, de la cabeza a los pies. La orden se ha divulgado a través de pasquines que se han pegado en las calles de Mea Shearim como es habitual cada vez que los rabinos ultraortodoxos deciden cambiar una norma o informar de algo novedoso a su Comunidad, y también por algunos medios de comunicación hebreos que se han hecho eco de la noticia.

En los pasquines, los rabinos, incluido el rabino Yitzhak Tobia Weis, afirman que con esta orden se busca "que el lado santo (de la mujer) sea más fuerte que el lado impuro o pecaminoso". El rabino Yitzhak Tobia Weis está al frente del tribunal religioso de Eda Haredit. La Comunidad vive en gran medida al margen del Estado y cuenta con su propio centro de kashrut, muy riguroso, que observan muchas de las grandes empresas de alimentación de Israel. También usa autobuses separados para hombres y mujeres con el consentimiento de las autoridades.

La norma de que las mujeres se cubran todo el cuerpo, de la cabeza a los pies, ya estaba en vigor desde hace algunos años en ciertos ambientes marginales de Eda Haredit; sin embargo, ésta es la primera vez que las máximas autoridades religiosas de la Comunidad decretan y hacen público que es obligatorio vestirse de esa manera.

El dictamen llega mientras en Europa se debate acerca del uso del burqa y el niqab musulmanes en los lugares públicos. Las mujeres que usan estas prendas dicen que lo hacen voluntariamente, que nadie se lo impone. Aun así, los europeos se preguntan si es una "tradición religiosa o cultural" aceptable. Personalmente, estoy en contra de unas prendas que en mi opinión denigran a la mujer. Hay veces que las tradiciones religiosas o culturales chocan con la mentalidad contemporánea y se convierten en una prisión para quienes las observan.

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