Ha coincidido con la Nakba y el periodista Gideon Levy lo ha llamado limpieza étnica. Ciertamente lo parece, aunque los israelíes prefieran ignorarlo y no hablar del tema.

El colega de Levy Akiva Eldar ha publicado en Haaretz que a 140.000 palestinos de Cisjordania se les revocó la residencia entre la guerra de 1967 y los acuerdos de Oslo de 1993. Eran palestinos que por algún motivo habían tenido que viajar al extranjero, unos para estudiar, otros para recibir tratamiento médico, y otros por cualquier otro motivo. Israel simplemente les decía que no podían regresar a sus pueblos y a sus casas, que no estaban en Israel sino en los territorios ocupados. La limpieza étnica que empezó en 1948 en lo que hoy es Israel, y que entonces afectó a entre 600.000 y 800.000 palestinos, continuó después de 1967 en los territorios ocupados, dice Levy.

Lo que más sorprende al periodista es que los responsables de la limpieza étnica digan que no estaban al tanto de la misma, aunque era algo de dominio público y todo el mundo lo sabía. Lo ha dicho el general de la reserva Danny Rothschild, que era el gobernador de Cisjordania cuando esto ocurría. El general dice que de la noticia sólo se ha enterado ahora, a través del Haaretz, y que cuando desempeñaba el cargo en Cisjordania no sabía lo que estaba ocurriendo. "Resulta que no sólo está continuando la limpieza étnica, sino que también está continuando la negación de la misma", dice Gideon Levy.

La ley que aplica Israel a los palestinos está a la altura de la limpieza étnica, y lo más grave es que la comunidad internacional prefiere mirar a otra parte, empezando por la ONU, pero continuando con Estados Unidos y la Unión Europea. Estamos ya en el siglo XXI pero Israel aplica sobre los palestinos una lesgislación que en muchos aspectos es similar o peor que la que Sudáfrica aplicaba a los negros. El apartheid sigue vigente en Israel y en los territorios ocupados, como recuerdan continuamente una parte de los visitantes extranjeros, especialmente los sudafricanos.