Lo ocurrido el día de la Nakba es sólo una pequeña muestra de lo que sucederá a partir de ahora. Lo ha vaticinado el ministro de Defensa Ehud Barak en la televisión israelí. Unas horas después, el número dos de Kadima, el principal partido de la oposición, Shaul Mofaz, que también ha sido ministro de Defensa, se ha expresado en términos similares, y ha dicho que estamos asistiendo a "cambios tectónicos" en la región.

Probablemente ambos tienen razón. El mundo está cambiando, y lo está haciendo muy rápidamente. Para garantizar su supervivencia, Israel también necesita cambiar. No puede seguir avasallando a los palestinos eternamente. Hasta hace algunos años esto ocurría y no pasaba nada. Ahora se sigue haciendo pero la sociedad no lo tolera con tanta facilidad. Además, los palestinos, y los árabes en general, parecen haber perdido el miedo en buena medida.

Los cambios que se están produciendo crean una nueva ecuación. Todavía es pronto para saber qué elementos se están modificando y de qué manera, pero es obvio, y no sólo para Barak y Mofaz, que estamos asistiendo a cambios importantes.

La negativa de Israel a reconocer un Estado palestino en el 22 por ciento de la Palestina histórica es un error grave. Hasta sus grandes aliados, Estados Unidos y la Unión Europea, se lo están pidiendo de buena manera. Sin embargo, los dirigentes israelíes piensan que la situación actual se puede gestionar más o menos como hasta ahora, limitándose a modificar aquí y allá aspectos insustanciales en un sentido u otro.

Uno de los acontecimientos más preocupantes que ha tenido lugar en la última semana ha sido la dimisión de George Mitchell, el senador a quien Obama designó como enviado especial para el conflicto. Mitchell se va dos años después sin haber conseguido nada. Arroja la toalla. Todavía está por verse qué ocurrirá a partir de ahora, aunque es muy posible que sucedan hechos inéditos en estas tierras en las que estamos acostumbrados a ver cosas muy raras. Ésta ha sido una tierra de profetas y tal vez Barak y Mofaz lo son, aunque sea a su manera.