Balagán

Haaretz

El diario Haaretz ha anunciado que el oligarca ruso-israelí Leonid Nevzlin ha adquirido el 20 por ciento de las acciones del periódico, con lo que la familia Schocken se queda con sólo el 60 por ciento del reputado diario fundado en 1919. La fortuna personal Nevzlin se estima en 2.000 millones de dólares y su nombre figura en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo.

Nacido en 1959, Nevzlin reside habitualmente en Israel después de escaparse de Moscú. Su carrera empresarial se inició en los estertores de la Unión Soviética a finales de los ochenta y culminó en la polémica empresa de petróleo Yukos, que fue desmantelada y finiquitada por el gobierno ruso después de acusarla de todo tipo de corrupciones. Nevzlin fue uno de los oligarcas que creció a la sombra de Mikhail Khodorkovsky, otro de los mayores y más controvertidos oligarcas, que en la actualidad se encuentra encarcelado en Rusia. Tanto uno como otro acusan de sus desventuras a Vladimir Putin.

Nevzlin emigró a Israel en 2003, donde por su condición de judío recibió automáticamente la nacionalidad. En 2008 se le juzgó en rebeldía y fue declarado culpable "por varios casos de conspiración para el asesinato", según resumía someramente ayer el Haaretz. Rusia exigió su extradición pero tanto el gobierno como los tribunales israelíes rechazaron la petición.

A partir de ahora Nevzlin se sentará en el consejo de directores del diario más importante de Israel y uno de los más prestigiosos del mundo. La entrada de Nevzlin en el capital de Haaretz se produce cinco años después de que la firma alemana DuMont Schauberg adquiriera otro 20 por ciento de las acciones. La familia Schocken ha tenido que deshacerse en los últimos años el 40 por ciento de las acciones para obtener liquidez. El diario decía ayer que el capital que introduce Nevzlin reforzará empresarialmente a Haaretz y le permitirá aprovechar las "nuevas oportunidades tecnológicas".

Haaretz tiene una orientación liberal de centro izquierda. La derecha con frecuencia lo acusa de "elitista" y de no tener los pies en el suelo. En sus páginas publican columnistas y periodistas progresistas, pero también se pueden encontrar firmas claramente reaccionarias, como la del ex ministro de Defensa Moshe Arens, del Likud, que colabora regularmente. El precio de la versión en hebreo en el kiosko es de 11,50 shekels, es decir algo más de dos euros. Es un precio muy elevado, el doble que el Yediot o el Maariv, aunque también es cierto que Haaretz da un servicio de gran calidad para el público progresista. Tiene una circulación de 72.000 ejemplares diarios y casi 100.000 los fines de semana.

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