Balagán

La escuela

La secretaria de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, que estos días ha supervisado los proyectos de cooperación españoles en Cisjordania, se va sorprendida porque en un pueblo cercano a Nablús el Ejército israelí ha destruido cuatro veces la misma escuela. Cuando los palestinos la reconstruyen el Ejército alega que carece de permisos. Los niños, por el momento, estudian en tiendas de campaña.

Lo que persigue Israel es hacer la vida imposible a los palestinos para que se vayan. Unas veces la toman con una escuela, otra con la tumba de José, que en el mejor de los casos será un vulgar cenotafio, otras los colonos destruyen lo que encuentran en su camino, o envenenan los pozos de agua con animales muertos, o no dejan sacar agua. La cuestión es dificultar la vida al máximo para que los palestinos se vayan, y en esto se siguen las directrices del gobierno, de todos los gobiernos israelíes.

Soraya Rodríguez ha dicho que la cooperación española o europea en general experimenta "enormes dificultades" en el Área C, que son las zonas que controla completamente el Ejército israelí. Ha hablado de la "vulnerabilidad" de los palestinos y de la escasez de permisos que el Ejército debería dar a los palestinos para que se desplacen entre sus pueblos, o hasta sus campos de cultivo. También ha observado que Israel destruye "sistemáticamente" muchas infraestructuras palestinas.

Todo esto no es nuevo para Soraya Rodríguez, que hace dos años, poco después de la operación Plomo Fundido, la invasión israelí de Gaza que causó más de 1.400 muertos, la mayoría civiles, visitó la franja. La secretaria de Estado de Cooperación Internacional conoce la situación en los territorios ocupados, como la conocen los altos cargos europeos en general.

El problema es que la UE no adopta medidas para acabar con estos abusos.

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