El Guardian informa que a la baronesa Jennifer Tonge la han obligado a dimitir al no querer rectificar unas declaraciones que formuló recientemente sobre Israel. La baronesa dijo que algún día "Israel perderá el apoyo (de Estados Unidos) y entonces recogerá lo que ha sembrado" y añadió que Israel no durará siempre en su actual estado ya que Estados Unidos se cansará algún día de proporcionarle 70.000 millones de libras esterlinas (sic) para su sostenimiento y dirá "basta".

La larga trayectoria política de Tonge ha llegado a su fin, y la lección que se saca es que el Reino Unido hay cosas que no se pueden decir si no quiere uno arriesgarse a perder el puesto de trabajo. En este sentido, Europa se parece cada vez más a Estados Unidos.

Pues bien, si estos días decíamos que Estados Unidos había advertido a Israel contra un ataque contra Irán, hoy tenemos que varios medios americanos indican justo lo contrario. La agencia Bloomberg, por ejemplo, dice que Washington cuenta con un plan de ayuda a los aviones israelíes que bombardearían las instalaciones nucleares iraníes.

Algunos analistas sostienen que sin ayuda, Israel no podría llevar a cabo la empresa, de ahí que los líderes israelíes estén enviando mensajes a Washington sin parar para que esté preparado. No es extraño que se diga que la influencia de Israel en Estados Unidos es tan grande que los americanos carecen de una política propia con respecto a Oriente Próximo. Su política en esta región la dictan el primer ministro Netanyahu, que el día 5 de marzo se reunirá con Obama, y los responsables militares israelíes, y lo hacen a través del AIPAC.