Balagán

Fondo para Jerusalén

El jeque Hamad ben Jalifa Al Zani, la máxima autoridad de Qatar, propuso ayer la creación de un fondo para salvaguardar el carácter árabe de Jerusalén, un fondo de mil millones de dólares al que Qatar se comprometió a contribuir con 250 millones de dólares.

La situación de Jerusalén oriental se ha deteriorado mucho durante las últimas décadas y su carácter árabe corre el riesgo de desaparecer. De hecho, ya está desapareciendo poco a poco con la entrada masiva de colonos judíos que cuentan con importantes ayudas de judíos ricos de Estados Unidos y con el apoyo incondicional, a veces abierto y a veces solapado, de los gobiernos israelíes.

Ciertamente, la ley internacional prohíbe desplazar a población de la potencia ocupante a las zonas ocupadas, pero Israel no hace ningún caso de la legislación internacional y la actitud pasiva de Occidente anima a los israelíes a seguir cambiando la fisonomía de Jerusalén.

Se estima que en Jerusalén oriental viven unos 200.000 árabes, casi todos musulmanes, pero desde hace varios años el número de judíos ya supera holgadamente al de árabes. Además, la enorme expansión colonial indica que el desequilibrio seguirá creciendo en el futuro.

Hay organizaciones judías que cuentan con el apoyo del gobierno israelí y se dedican a comprar propiedades en el sector ocupado de Jerusalén. A menudo lo hacen clandestinamente y pagando cantidades que están por encima de los precios del mercado. Las banderas de Israel ondean en numerosos edificios árabes de la zona ocupada y poco a poco se van extendiendo más y más.

Los gobiernos israelíes continuamente aprueban planes de viviendas para judíos en Jerusalén oriental, pero no hacen lo mismo para los árabes. En algunas zonas, especialmente en el casco de la ciudad vieja, viven hacinados miles de árabes en viejas casas sin poder encontrar viviendas nuevas, a diferencia de lo que ocurre con los colonos.

La discriminación que sufren los árabes es palpable en todos los ámbitos, pero la comunidad internacional prefiere mirar para otro lado. De ahí que la iniciativa del jeque Hamad ben Jalifa Al Zani sea positiva, aunque probablemente insuficiente. Para revertir la situación lo necesario sería obligar a Israel a cumplir la legislación internacional.

Más Noticias