Balagán

Otros dos años

John Kerry no fue muy explícito durante su comparecencia del miércoles ante el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso. Ha pedido discreción y ha dicho que estima que israelíes y palestinos disponen de dos años para hacer la paz.

El secretario de Estado estuvo la semana pasada Oriente Próximo y no consiguió nada de Israel; aun así, dice que ve "seriedad" en las dos partes.

Son simplemente palabras que chocan con la realidad cotidiana de la región, donde Israel sigue construyendo a buen ritmo para sus colonos en los territorios ocupados impulsado por el gobierno radical que lidera Binyamin Netanyahu.

La semana pasada Kerry propuso a Netanyahu iniciar las negociaciones con los palestinos con la discusión de las fronteras, pero el primer ministro se enrocó y le dio calabazas.

Netanyahu no quiere hablar de fronteras sino de que los palestinos reconozcan que Israel es un "Estado judío". Y ciertamente lo es y además discrimina sistemáticamente a quien no es judío de mil maneras distintas sin que la comunidad internacional intervenga para evitarlo.

A estas alturas está muy claro que Israel no tiene ninguna intención de acabar con la ocupación militar. Solamente una enérgica intervención de la comunidad internacional podría cambiar la dirección de las cosas, pues sin presiones Israel se siente segura para seguir ignorando las leyes y normas internacionales. Desgraciadamente, la comunidad internacional prefiere cruzarse de brazos.

Si durante la pasada legislatura Netanyahu mareó a Barack Obama de arriba abajo, qué se puede esperar de las gestiones de Kerry.

Ni siquiera sabemos si Kerry va de buena voluntad o si está haciendo el paripé como hicieron algunos de sus antecesores. De hecho, la última secretaria de Estado, Hillary Clinton, ni siquiera hizo el paripé, simplemente ignoró el conflicto mientras Israel construía a destajo en Cisjordania, incluida Jerusalén.

"Les puedo garantizar que estoy comprometido con esto porque creo que se está cerrando la ventana para la solución de los dos Estados", ha dicho Kerry ante el Comité. Sin embargo, el Congreso se ha alineado siempre al lado de Israel y probablemente le importaban un pito las palabras de Kerry, de manera que no hay ningún lugar para el optimismo.

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