Todo indica que el ataque del sábado contra el Museo Judío de Bruselas es una acción antisemita.

Por ahora no hay detenidos y la policía ha pedido la colaboración ciudadana para buscar al hombre joven que con un kalashnikov abrió fuego en el interior del recinto matando a cuatro personas.

Existen videos del asaltante, que llegó al Museo a pie y no en un Audi, como se dijo en un principio. Se cubría la cabeza con una gorra y disparó friamente contra sus víctimas.

Los dirigentes israelíes no tienen dudas al respecto. El primer ministro Binyamin Netanyahu ha responsabilizado del mismo a quienes promueven la "incitación" contra los judíos y contra Israel.

Netanyahu ha metido en el mismo saco a los judíos y a Israel, como es habitual, enviando el mensaje de que el sionismo expansionista y violento que él defiende y aplica en los territorios ocupados es la principal víctima del atentado de Bruselas.

El antisemitismo se ha de condenar en todas sus formas, especialmente cuando son violentas, como en el caso de Bruselas, pero no puede servir de pantalla para ocultar la brutal ocupación que sufren los palestinos y que causa un número de víctimas muy superior al antisemitimo en todo el planeta.

El antisemitismo existe por todas partes, especialmente en los lugares donde históricamente han vivido judíos, como es el caso de Europa, pero también en lugares donde su presencia ha sido mínima o insignificante.

Las autoridades europeas tienen la obligación de combatirlo sin desmayo, pero también tienen la obligación de denunciar la opresión y la violencia que sufren los palestinos. Las autoridades europeas hacen lo primero pero muchas veces no hacen lo segundo, como queda en evidencia con la continua expansión colonial israelí en los territorios ocupados y la correspondiente pasividad occidental.

Bélgica cuenta con comunidades de judíos significativas en Bruselas y Amberes, y el número de incidentes antisemitas que sufrió este país durante el año pasado fue de once. No es una cifra muy elevada si se compara con los incidentes que se sufrieron durante el mismo periodo en Francia, donde la comunidad judía es comparativamente mucho mayor.

El islam, que históricamente ha sido mucho más benévolo con los judíos que el cristianismo, ha sido señalado en Israel como responsable del atentado de Bruselas. Si esta hipótesis se confirma, mostrará, en contra de lo que sostiene Netanyahu, que probablemente es la desposesión y violencia que padecen los palestinos lo que está detrás de atentado.