Balagán

Zoabi contra las cuerdas

Hanin Zoabi, una musulmana de Nazaret de 45 años, es diputada en la Kneset por el partido Balad.

Es probablemente la parlamentaria árabe más visible debido en parte a su empuje y a que expresa lo que piensa sin cortapisas.

Hace cuatro años vivió una experiencia de gran intensidad cuando se sumó a la flotilla de la libertad que llevaba víveres a la franja de Gaza, sitiada por el ejército israelí. Este incidente, en el que murieron nueve activistas, estuvo a punto de costarle su inmunidad parlamentaria.

Ahora vuelve a encontrarse contra las cuerdas, y es muy posible que esta vez le cueste más salir a flote. Una pléyade de parlamentarios judíos han exigido que se le levante la inmunidad y que sea juzgada para que caiga sobre ella el peso de la ley.

Entre ellos la ministra de Justicia y líder del partido 'Tnua', Tzipi Livni, que tiene el clásico discurso razonable y pacifista para con los medios extranjeros pero que ha impulsado algunas de las leyes más polémicas que ha aprobado la Kneset en los últimos años. O el titular de Exteriores, Avigdor Lieberman, un colono que la ha llamado "terrorista". Otros diputados que respaldan la ocupación han dicho que Zoabi es "inhumana".

¿Qué ha hecho para concitar tanta maldición? Pues ha formulado unas declaraciones a una emisora de radio de Tel Aviv acerca de la captura de los tres jóvenes colonos cerca de Hebrón el pasado jueves.

El secuestro mantiene en vilo al país, y el ejército y los servicios secretos llevan cuatro días removiendo los territorios ocupados y amenazando con intensificar unas operaciones que van dirigidas contra el conjunto de la población, y no contra los autores del secuestro, aplicando por tanto un castigo colectivo contra cientos de miles de palestinos.

Cuando un periodista le preguntó si creía que los presuntos milicianos que llevaron a cabo la operación eran terroristas, Zoabi respondió: "No son terroristas. No estoy de acuerdo con usted; es gente que no ve otro camino para cambiar su realidad, de modo que se les fuerza a usar esos medios, al menos hasta que Israel abra los ojos, y hasta que la sociedad israelí se sincere consigo misma y sienta el sufrimiento del otro".

Es posible que Zoabi pase otro calvario, mayor que el de 2010, porque el actual presidente de la Kneset es otro colono que ha dedicado gran parte de su vida a la 'hasbara' o 'propaganda' y no siente una gran simpatía por Zoabi.

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