El antisemitismo es tan condenable como cualquier otra forma de racismo.

Las organizaciones que cuentan el número de incidentes antisemitas señalan que durante el año pasado crececieron significativamente en Europa. Era algo fácil de pronosticar puesto que ocurre cada vez que Israel arrasa la Franja de Gaza.

Desgraciadamente los líderes europeos no hacen absolutamente nada para resolver la ocupación israelí y en este sentido son los principales responsables de esos incidentes.

En Europa viven 1,4 millones de judíos y numerosos líderes europeos e israelíes responsabilizan del antisemitismo al islam, al creciente número de musulmanes que residen en el continente. Sin embargo, los musulmanes constituyen menos del 5 por ciento de la población europea y la inmensa mayoría son pacíficos.

Algunos líderes israelíes, incluido el primer ministro Netanyahu, no se cansan de hacer llamamientos para que los judíos europeos emigren a Israel.

Se da la circunstancia que el 20 por ciento de la población israelí es musulmana (sin contar con la de los territorios ocupados) y vive discriminada en sus pueblos de mil maneras distintas, lo que no ocurre con los judíos europeos, pero los líderes europeos no mueven un dedo para acabar con esa discriminación.

"Hay israelíes que quieren que Europa se vacíe de judíos para probar que el sionismo es correcto", escribía ayer en el Haaretz Avraham Burg, expresidente de la Kneset y exdirector de la Agencia Judía.

A diferencia de lo que ocurre con los musulmanes, los judíos están sobrerrepresentados en las esferas de poder de Europa.

Un caso es el de Jeremy Zeid, candidato de un partido nacionalista británico a las elecciones de 2015 que se ha visto obligado a dimitir por haber escrito lo siguiente en Facebook: "Una vez termine el mandato de Obama, los israelíes deberían extraditar a ese bastardo y hacerle lo que le hicieron a Eichmann, y encerrarlo por filtrar secretos de estado (...) Simplemente secuestrad a ese bastardo, como a Eichmann".

Aunque Zeid pertenece al partido nacionalista UKIP, su nacionalismo parece más bien israelí, y es que existe una creciente percepción en Europa de que la doble lealtad de una parte de su población no es una simple declaración.

Zeid ha sido sustituido por otro candidato también judío, Raymond Shamash. El líder de UKIP no ha encontrado mejor manera de presentar a Shamash al electorado que decir que es "un veterano del ejército israelí".