Recomendación semanal: Una peli francesa de ciencia ficción

Recomendación semanal: Una peli francesa de ciencia ficción
Oxígeno - Netflix

En las advertencias, Netflix te dice que la película que te traigo puede causar "miedo o angustia". Miedo, para nada, y angustia, a ver... os cuento.

La película en cuestión es Oxígeno (Oxygène) y partimos de la base de que hay una sola actriz en toda la película, metida en una cápsula de criogenización en la que no hay margen ni para sentarse, es decir, es una película donde la actriz está encerrada y tumbada. Pero, realmente, ni por esas sientes claustrofobia como sí puedas sentirla, por ejemplo, en Buried. En esta última la cámara tiembla con la respiración entrecortada de Ryan Reynolds, en todo momento sabes que el personaje está enterrado bajo tierra y la angustia traspasa la pantalla. Los colores amarillos y rojos, la suciedad, el polvo, el sudor y los nervios de cada escena te acaban contagiando, pero porque es la intención de la propia película.

Esto no ocurre en Oxígeno. A pesar de que Liz (Mélanie Laurent) se angustia al despertar en una cápsula y darse cuenta que no recuerda siquiera quién es, la visión que tienes como espectadora es mus diferente. La cámara no tiembla, el espacio es más amplio, la estancia es impoluta, fresca, blanca con luces celestes. Y la historia, casi desde el comienzo, más que a salir de allí, te anima a querer saber quién es ella y por qué está ahí.

En Buried sabemos quién es él y que su única meta es salir de allí. En Oxígeno, la historia trepidante es descubrir junto a Liz cuál fue su vida hasta que la cápsula se cerró con ella dentro. Precisamente porque ahí está la clave para poder salir con vida. Es intriga más que angustia. Es pensar, más que cruzar los dedos. Es disfrutar de la resolución de incógnitas más que sufrir.

Liz es además una mujer real, en torno a los 40 años y sin disimularlo (esto también es otra barrera que empieza a romperse), que encuentra su propia manera de templar los nervios en situaciones estresantes. Esta película con una mujer como protagonista hubiera sido impensable hace tan solo unos años. Es muy satisfactorio ver cómo dejamos de ser representadas como las que siempre tropiezan y caen en las persecuciones -retrasando al héroe-, las que chillan con voz aguda ante un peligro y se tapan los ojos para no ver, y empezamos por fin a ser de carne y hueso, con tiempo para la desesperación pero también para el aplomo, para la debilidad y para la fuerza, con miedo pero también con valentía. Empezamos a vernos reflejadas en series y películas como personas, vaya.

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