Una historia que hubiera sido imposible si en vez de mujeres, hubieran sido hombres. 

No somos muy fans en estas recomendaciones semanales de los contenidos basados en las luchas cuerpo a cuerpo y las persecuciones. Sin embargo, hay una serie muy interesante y muy recomendable dentro de este género. Por varios motivos. Se trata de Hannah (Prime), que parte de la película de mismo nombre (2010).

Primero. Hannah está protagonizada por una niña en plena adolescencia. Una niña, sin embargo, que nunca ha estado sometida a los mandatos de género ni a la mirada represiva de la sociedad. Su padre, desde que ella naciera, la aisló por su seguridad en un bosque remoto. El porqué la protege de esta forma no lo contaré porque sería demasiado spoiler, pero sí podemos decir que al hombre, realmente, no le quedó otra. Pero Hannah, que ha ido acumulando curiosidad sobre qué ocurre más allá de la línea que su padre ha trazado como prohibida, acaba sobrepasándola, lo cual disparará la trama y convertirá la historia en vértigo y lucha.

Segundo. El único interés que ha movido siempre al padre de Hannah es el de preparar física y psicológicamente a su hija para que sobreviva cuando, quienes la buscan, la encuentren. Eso hace que Hannah sea una auténtica máquina de esquivar peligros y amenazas. Incluso de buscarlas activamente para eliminarlas de raíz. La rapidez mental y física de la prota es una fantasía con la que cualquier adolescente o mujer disfrutará. Muchas confesamos querer esas habilidades para nosotras. Porque el mundo sería radicalmente diferente si las tuviéramos. No solo esas capacidades físicas, sino la bravura de defenderse sin miedo a hacer daño a sus agresores. Y ese es un tema que, bien mirado, bien merece su propio análisis. Porque lejos de aprender a defendernos, nos han enseñado a sentir el daño (o posible daño) del otro como propio. Incluso cuando ese otro nos está robando poco a poco la vida y la autoestima.

Tercero. Además de Hannah, hay una personaje del otro bando que es digno de admirar, interpretado además por Mireille Enos (Inolvidable en The Killing -USA-). La evolución de este personaje sobrepasa con mucho lo esperado al principio. Siempre es un placer cuando un contenido dispone de personajes donde no todo es blanco o negro, donde se exponen más dimensiones y más facetas de la vida y de la personalidad que el de ser "la muy buena/o" "el muy malo/a".

En definitiva, Hannah es una serie donde las mujeres son la espina dorsal de la trama, el motivo de los giros argumentales y quienes construyen una historia que hubiera sido imposible si en vez de protagonistas mujeres, hubieran sido hombres.

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