Una china en el zapato

Cheek to cheek

El "cara a cara" del lunes entre los candidatos del PSOE y el PP fue la puesta en escena de un enfrentamiento que en realidad no existe en sus políticas y en consecuencia no despertó lo que se dice entusiasmo. Harta, la gente bromeaba a través de twitter y eso fue con mucho lo mejor del "debate": @Bobpop "tres hombres, tres tonos de tinte", así arrancamos. La comentarista de TVE dio cuenta -sin bromear- de la camisa azul de Rubalcaba y la blanca de Rajoy mientras ambos posaban en el photocall. Por alguna razón que se me escapa TVE empleó los minutos previos en entrevistar a... ¡niños! No es que tenga nada en contra de los niños, pero realmente parecía una broma de mal gusto que anunciaba el nivel Barrio Sésamo que nos esperaba. Durante el "debate" no se habló del 15M, ni de la corrupción del sistema, ni del origen de la crisis o el modelo de sociedad.

     En literatura, las llamadas al lector rompen el marco de la ficción y constituyen un valioso recurso para anclar el relato a la realidad. Anteayer, cuando al fin mirando a cámara los dos políticos pidieron el voto, la sensación de teatro no se deshizo. La puesta en escena continuó más allá del plató en los comentaristas que valoraban quién había ganado "el combate", o en las sedes respectivas, donde los simpatizantes gritaban "este partido lo vamos a ganar" (¿ese es el concepto de política?)

     Más que un "cara a cara", fue un baile "mejilla con mejilla" –cheek to cheek-, porque las distancias fueron cortas, muy cortas. Ambos políticos miraron desde el mismo ángulo y con una linterna de pilas gastadas hacia la oscuridad del futuro.

Más Noticias