Bob Pop ve Tv

Bla bla, bla bla bla, bla bla...

Cada nueva intervención televisada de algún candidato a algo en estas elecciones es un ejemplo de vuelta sobre lo mismo, a los grandes éxitos que se han generado en apenas diez días de una campaña que, pese a su sosez, ha logrado la proeza de desnutrirse de sí misma, de generar un esquelético espíritu de la democracia española donde más que alternativas hay caricaturas y más que lemas, contraseñas.

Bla bla, bla bla bla, bla bla...

Así, en esta atmósfera preelectoral ultracontrolada, Duran i Lleida habla de la dignidad de los homosexuales siempre que no se llamen Mohamed; Rajoy calla porque debe de tener miedo a que se le escape alguna de las confidencias que haya compartido con Angela Merkel, Rubalcaba dice que Rajoy no dice nada –aunque probablemente sepa lo que ha hablado con Merkel porque seguro que ella se lo ha contado a Zapatero y él a Alfredo–, Carme Chacón reaparece (pero poco) para  dejar claro que no solo Elena Salgado luce buenos broches y para volver a recordarle a Rubalcaba de lo que una mujer catalana es capaz (sin necesidad de hacer publicidad gratuita de Louis Vuitton, como esas señoras de un mitin del PP valenciano que cantaron aquello de "Somos madres, mantenemos nuestra casa limpia y pura..." sobre la melodía de ‘Somos novios’. En Valencia. Imagínense; qué desprecio a la cultura del bakalao...) Ruiz Gallardón cambia la ilusión olímpica por la ministerial, Esperanza Aguirre y Alvaro Pombo corren detrás de los jubilados para robarles los pastilleros mientras Llamazares lanza un nuevo anuncio electoral con la sintonía del primer programa de chismes que hubo en la televisión española: ‘Bla, bla, bla’, creado por un tipo que acabó en la cárcel tras matar de un tiro a otro en una discusión de tráfico. Una cantinela que sirve como fondo musical al juego de ‘Quién es quién’. Háganse una idea...

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