Monstruos Perfectos

Lecturas de verano V: Algunas de esas raras mezclas

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El ¡Hola! –bendito sea– adelantó ayer su llegada a los kioscos, su advenimiento ha pasado esta semana del miércoles al lunes, impaciente por mostrar a España el milagro de la vida estampado en las caras de los nuevos mellizos de Angelina Jolie y Brad Pitt. En EEUU lo ha hecho People, en Gran Bretaña, Hello, y aquí, no podía ser de otra manera, la anunciación ilustrada ha llegado impresa en la biblia nacional del colorinchi. Alabados sean el Señor Sánchez y sus acólitos.

Dieciséis páginas de conmovedora armonía familiar numerosa, variopinta y multimillonaria, sumida en la felicidad fuera de control: "Es un caos, pero nos organizamos y estamos viviendo un momento maravilloso", dice Angelina, y apostilla Brad: "Esto es el nido del cuco". Ambos parecen gozar de esa alegría un tanto obscena que debe de proporcionar saber que su parejita de neonatos viajó del hospital de Niza al Chateau Miraval con sendos panes de hogaza rellenos de nueve millones de euros en billetes de los grandes.

Los brangelinos se organizan, posan rodeados de su prole, describen a sus nuevos bebés como dos pequeñas momias y están a punto de provocarme un coma diabético con su escenificación de la familia feliz.

Suerte que puedo compensar tanta glucosa con los espléndidos cuentos del chileno Marcelo Lillo, cuyo primer libro El fumador y otros relatos, me ofrece el antídoto perfecto contra tanta impudicia meliflua. Agradezco tanto descubrir sus historias de matrimonios en silencio frente al televisor, de tías carnales asesinas –y un poco putas– o sus reencuentros maternofiliales desasosegantes. Fantaseo con utilizar como pie de foto para la imagen de portada de los Pitt Jolie en el ¡Hola! uno de los párrafos de Lillo, de su cuento La felicidad. Reconstruir la escena de embeleso de Brad y Angelina ante sus retoños con unas palabras entrecomilladas que lo hagan todo menos empalagoso y más real, aunque procedan de un relato de ficción: "Había momentos en que mi mujer se ponía a llorar; otros me tocaba a mí. Llorábamos porque creíamos que nos íbamos a morir y eso nos alegraba y aterraba al mismo tiempo, una de esas raras mezclas que hacen que la vida no tenga otro nombre".

Esas raras mezclas: Cayetano Rivera vestido de goyesco con un traje diseñado por Armani toreará en septiembre en Ronda. María Teresa Campos, de regreso a Telecinco la próxima temporada como presentadora de La mirada crítica (quiera Paolo Basile que se incorporen al programa Rociíto como analista bursátil, Lara Dibildos como experta en política internacional y Terelu–no–puedo–con–la–vida ejerza como cronista parlamentaria). O ese gran programa de TVE, mezcla rara donde las hubiera, Gente (muerta, pobre y fea/viva, rica y muy arreglada) que tiene sus días contados y no volverá a la parrilla otoñal. Adiós a ese cóctel de vísceras y lentejuelas que le dio dos pronombres a la vida: suya y nuestra.

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