Bulocracia

Casado lo vale

Si hay una profesión que para desempeñarla jamás se pedirá un título ni cualificación alguna, ésa es la de político. Hasta el punto de que un analfabeto puede acceder a un cargo político relevante sin problema.

Poniendo el listón un poco más alto, ejemplo: Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar, Zapatero, Rajoy. Ninguno de ellos hablaba o habla ingles, aunque Aznar piense lo contrario. Se supone que Pedro Sánchez, sí. Así que han hecho falta seis presidentes previos y 43 años de democracia para que un presidente del Gobierno español se maneje en la lengua de Shakespeare. En la de Cervantes alguno tampoco lo pilló mucho.

A los políticos no se les pide nada para serlo, y tampoco para ser titulares de un cargo público. Basta con recibir los votos suficientes como para salir elegido, y a veces ni eso, porque hay quienes llegan a la política de rebote y una vez 'colocados' se aferran al cargo, seguramente porque no esperaban verse en una así.

No es necesario acreditar estudios ni experiencia alguna para postularse a un cargo político, como presidente del Gobierno, por ejemplo; o presidente autonómico, alcalde, diputado, concejal... Por eso sorprende ese empeño por aparentar y presumir de sabiduría certificada que existe entre algunos políticos del Partido Popular, que no dudan en hacer gala de sus presuntos títulos y después, nada de nada.

Remasterizando

Un máster inventado, completado con otros aspectos impepinablemente delictivos como robar en un comercio, ya le costó el cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid a Cristina Cifuentes, que no tenía ninguna necesidad de mencionar un máster inexistente, pues nadie iba a pedírselo. Se complicó ella misma.

Pero es que lo mismo pasa ahora con el nuevo líder del PP, Pablo Casado, que atesora también estudios cuya consecución rezuma más irregularidades que un camino de cabras.

Este hombre de 37 años, fiel admirador de José María Aznar, ese presidente que nos llevó a una guerra amparándose en las inexistentes "armas de destrucción masiva" de Irak, acumula montones de polémicas varias, y ha sido protagonista de bulos, medio bulos y demás.

Aunque acaba de irrumpir, ya en noviembre de 2017 se le atribuyó una frase que decía que "el que no pueda costearse un médico, que se vaya a un curandero, que es más barato", que no era suya, pero que muchos tomaron por veraz porque tampoco les sorprendía que lo fuera.

Papeles para todos

Su más que presunto máster veremos en qué acaba. Al margen, Casado es un habitual de todo tipo de asuntos en las redes sociales también porque cada vez que tuitea algo, la caga.

Casado lo vale

No era aún líder del PP pero se lanzó hace unos meses en el medio en el que más se prodiga -o su community-, que es Twitter, y no le fue muy allá. Comentó que las fake news son cosa de independentistas y populistas, lo cual es bastante populista. Y es que suele tocar muchos palos y entrar al trapo, así que acaba retratándose sin ayuda.

Pablo Casado tan pronto arremete contra la inmigración con frases como "no es posible que haya papeles para todos y que España pueda absorber a millones de africanos", que sí es suya, como que se fotografía con algunos de los recién llegados.

Casado lo vale

Y en este contexto de multipopularidad, donde es difícil distinguir la realidad de la ficción y donde todo es posible y lo veremos, no sorprende que Pablo Casado haya alcanzado la magnitud de otros personajes populares en Internet como El Niño Polla o Mia Kalifha, de los que hablamos hace unas semanas.

Casado lo vale

Los últimos bulos de Casado se los ha inventado él mismo, al referirse precisamente a la inmigración, ofreciendo datos erróneos y falsos, como que "los asaltantes de la valla de Ceuta portaban machetes", lo cual no es cierto. Con lo fácil que lo tenía aludiendo a la cal viva.

Pero de todas las informaciones sobre Casado, me quedo con el letrero de las redes que presenta al líder popular como "el primer europeo en sacarse dos cursos de Derecho en un cuatrimestre". Por qué no.

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