Los detractores del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, han compartido ya en redes sociales una imagen manipulada de él con una camiseta con la esvástica, otra directamente ataviado con un uniforme nazi de las SS, le han inmortalizado lleno de cocaína o le han tachado de "gitano más blanco de lo normal pero son así en Ucrania", que ya es para nota.

Ahora vemos cómo se comparte, sobre todo en Twitter, una presunta "Fotografía de Zelenski año 1999 New York", que es mejor ver que describir.

Esta imagen está manipulada y no es de Zelenski. Solo han pegado su cara a la persona del pelo negro. No la comparten los entusiastas del movimiento LGTBI, lógicamente, sino los que siempre ponen como ejemplo de chusma a los integrantes de dicho colectivo.

Otra versión de la misma imagen se acompaña de la leyenda "EEUU, Boston, en el año 1999. Zelenski y sus esbirros....". Coincide el año, pero no la ciudad estadounidense. Los propios compartidores no se ponen de acuerdo.

Manipular una foto es muy fácil, cada vez más gracias a multitud de aplicaciones que lo permiten, cada una a su manera. Pero tratar de atribuir una imagen al presidente ucraniano solo para tacharle de gay esclarece mucho sobre quienes lo hacen. Los retrata ampliamente.

La foto original que se ha utilizado para pegar la cara de Zelenski la hizo el fotógrafo Thomas Hobbs en un desfile del Orgullo y la publicó en su cuenta de Flickr el 26 de junio de 2006. A saber cómo la han encontrado y por qué.

Ahí vemos otra cara, más pintada, en la persona que se supone que es Volidímir Zelenski. La foto ha sido modificada 'a lo Maduro'.

Y es que en febrero de 2019 ya comentamos en Bulocracia que a los "Afiliados de Vox", especialmente, les encantaba la idea de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fuera gay, y por entonces difundían algunas de sus redes sociales afines una imagen con esta leyenda: "Nicolás Maduro cuando hacía el amor y no la guerra. No se sabe si era activo o pasivo pero se rumorea que incluso fue amante de Chavez".

La fotografía original usada entonces para pegar la cara de Maduro la captó el fotógrafo franco-argelino Jean Pierre Laffont en 1971, durante la celebración del Segundo Orgullo Gay de Nueva York.

No varían nada la pauta. Esta gente tradicional y conservadora que recorta caras de sus enemigos y las coloca sobre público abiertamente gay, solo puede querer demostrarnos que los que odian, si además son 'maricones perdidos', mejor aún. Les hace más gracia.