Bulocracia

Los tiros de Queipo de Llano en el paredón y desde la radio

Los restos mortales de Gonzalo Queipo de Llano ya no están en la basílica de la Macarena, en Sevilla, tras ser exhumados gracias a la aprobación de la Ley de Memoria Democrática. El que fuera general franquista dirigió el golpe de Estado en Sevilla, donde se trasladó para tal fin, y después la brutal represión que se vivió en la capital andaluza.

La salida de los restos de Queipo de Llano del lugar donde han estado durante décadas ha alegrado a algunos e indignado a otros, que ensalzan a este personaje a cualquier precio a pesar de que está más que probado que fue un sanguinario, entre otras muchas cosas. Así, podemos encontrar en redes sociales textos como el que hay a continuación, que hablan de este hombre, que primero entusiasmó a Alfonso XIII y después el monarca no podía ni verle, que fue favorable a la Segunda República hasta que le interesó más estar del lado del enemigo. Incluso Franco acabando recelando de él:

"General Gonzalo Queipo de Llano, el próximo al que el gobierno criminal de Pedro Sánchez quiere profanar su tumba. Se unió al Alzamiento del 18 de Julio y solo con la radio y una docena de legionarios desfilando sin parar para que parecieran más, hizo huir despavoridos a los rojos y tomó Sevilla sin disparar un tiro. Aún no le perdonan la humillación. Por cierto, lo que no dice la propaganda de izquierdas que quieren imponer como historia oficial, es que Queipo de Llano contribuyó a traer la II República y, aunque se unió a Franco en 1936, no lo podía ver ni en pintura".

Los tiros de Queipo de Llano en el paredón y desde la radio

Este párrafo, difundido en uno de esos foros de Facebook de la derecha y más allá, por supuesto ha merecido comentarios de algunos palmeros de su autor tan 'bien informados' como él, algunos con la peculiar jerga fascista que tanto encandila en esos sitios. Por ejemplo, "Estos inutiles quieren borrar la historia y eso no se puede", "Anoche lo exumaron con nocturnidad y alevosía!!!! La hermandad de ha dado prisa. Que vergüenza de iglesia!!!!", "no entiendo fuera de la República , otra manera de salvar la patria", "La psoe pierde guerras y arruinadora es una basura de pensamiento unico", "desgraciadamente ya ha sido exhumado esta noche cuanto nos faltará para volver al 36 vivimos en una dictadura fascista sí fascista porque el PSOE no existe el PSOE se ha convertido en el partido sanchista que es un partido dictatorial y fascista" o "este estiercol de presidente porque no se busca un trabajo de seporturero".

Ojo, "seporturero" debe de ser sepulturero, pero en el peculiar lenguaje de estos que saben tanto de Historia y de todo. Lo que está claro es que si uno quiere ver maravilloso al mismísimo demonio, basta con automentirse. En ese texto ensalzador se dicen algunas medias verdades, pocas, y demasiadas falacias. Sobre todo que Queipo tomó Sevilla "sin disparar un tiro" y la alusión a la "radio", como si valerse de ella para soltar burradas, como hacía Queipo, no fuera igualmente del todo delictivo.

El bando sublevado topó en Sevilla el mismo 18 de julio de 1936 con la dura resistencia de los guardias de asalto republicanos, a los que las tropas franquistas dispararon sin parar, pero solo pudieron derrotarlos cuando se les unió una batería de artillería, que también pegaba tiros aunque de calibre mucho mayor a la de cualquier arma de fuego de balas.

También dispararon Queipo de Llano y los suyos a los milicianos que trataban de impedir la sublevación apostados en Triana, la Macarena y San Fernando. La Legión y los regulares llegarían más tarde para rematar la revuelta también a tiros. Triana y la plaza de San Marcos estuvieron tres días intentando tomarlas los franquistas, pero no lo lograron hasta el día 22, que cayó la ciudad, obviamente a tiros.

Durante los combates, además, las tropas de Queipo, que solo perdieron a 13 efectivos en la sublevación, fusilaron a combatientes y a civiles, a cualquier persona a su juicio sospechosa; y durante los meses posteriores se estima que los franquistas asesinaron en Sevilla frente al paredón a miles de personas. A Queipo se le atribuye la muerte de 14.000 civiles solo en Sevilla, de los cuales unos 3.000 habrían sido fusilados durante el primer trimestre de la guerra civil. También participó en la llamada Desbandá, que supuso la matanza de otras 5.000 personas que, en febrero de 1937, trataban de escapar de Málaga con destino a Almería.

En cuanto a la "radio", sabía bien Queipo de Llano, como lo sabía Joseph Goebbels en la Alemania nazi, que era un instrumento decisivo para adoctrinar, para aterrorizar al enemigo y para manipular a su antojo. Por eso sus discursos en Radio Sevilla acabarían siendo un clásico. Allí el militar sublevado se despachaba a gusto y soltaba frases que evidenciaban la catadura moral de este personaje.

Gonzalo Queipo de Llano fue el verdadero artífice de una represión sin precedentes en la capital de Andalucía. No le bastaba con llamar "maricones" a los soldados republicanos y animar a violar a las mujeres del otro bando porque "creen en el amor libre y está justificado", también alentaba a "matar como a un perro al afeminado".

En 1936 y 1937, Queipo estuvo muy activo en las ondas. Desde el primer día de la sublevación, el 18 de julio de 1936, el militar cuyos restos han sido ahora exhumados protagonizó arengas violentas desde la radio. Ese mismo día ya se dirigió a la audiencia mencionando que "es inútil que la canalla resista y produzca esa algarabía de gritos y tiros que oís por todas partes", para después amenazar con que  "tropas del Tercio y Regulares se encuentran ya camino de Sevilla y, en cuanto lleguen, esos alborotadores serán cazados como alimañas".

Cinco días después, ya con la victoria en las manos, mencionó uno de sus discursos más repugnantes a la vez que populares: "Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser un hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen. ¿No han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen".

Tampoco tuvo problemas para vanagloriarse ese mismo día de las ejecuciones que ordenaba: "Esta mañana ha sido fusilado el comandante de Artillería señor Loureiro, por haber ordenado la entrega de doscientos fusiles y otras tantas pistolas a los marxistas, a fin para asesinar a nuestros valientes soldados. La misma pena han sufrido el capitán Justo Pérez y el teniente don Manuel Cangas. También ha sido fusilado el presidente del Sindicato Obrero de la Pirotecnia por haber declarado la huelga y ejercido coacciones sobre los obreros. La misma pena han de sufrir absolutamente todos cuantos caigan en nuestras manos por coacciones a los obreros".

Pero Queipo tenía obsesión con los homosexuales y así lo demostraba continuamente. El 24 de julio, el general franquista decía que "hay en Sevilla unos seres afeminados que todo lo dudan, que se empeñan en propagar noticias falsas. ¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo para acallar a esos idiotas congéneres de Azaña". Un castigo consistente en morir, básicamente: "Faculto a todos los ciudadanos a que cuando se tropiecen con uno de esos sujetos lo callen de un tiro, o me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré".

Al día siguiente volvió a referirse a los gais, y precisamente esa obsesión ha llevado a algunos a preguntarse si pudo serlo Queipo: "Si algún afeminado, algún invertido, se dedica a lanzar infundios alarmistas, no vaciléis en matarlo como a un perro".

Otras frases célebres e igualmente despreciables del militar de Tordesillas fueron "por cada hombre de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos", "sacaré de debajo de la tierra si hace falta a los dirigentes que huyan y, si están muertos, los volveré matar", "tengan en cuenta aquellos rebeldes que mientras mayor sea la resistencia que opongan, más duro será el castigo que reciban", "¿qué habrá sido de Companys y demás que le rodeaban?, verdaderamente todos merecían morir degollados como cerdos", "he dado órdenes para que sean detenidos todos los familiares de tripulantes de la escuadra pirata que había en la región y serán inexorablemente fusilados cinco de ellos por cada víctima que causen los bombardeos aéreos", "será necesario establecer también campos de concentración a los que vayan a parar todos aquellos que están envenenando España", "me sentaré en un café de la calle Larios bebiendo cerveza y por cada sorbo que dé caeréis diez" o "fusilaré a diez por cada uno de los nuestros que fusiléis, aunque tenga que sacaros de la tumba para hacerlo".

Esto es Historia de España, contrastada y para todos, y el que quiera ver a Queipo de Llano como un ejemplo, o no tiene ni idea de quién fue, o le puede el forofismo, o es como él. Pero llegar alardeando de conocedores de la Historia y citar a Queipo como héroe de la patria, además de una patraña, es del todo lamentable y despreciable.

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