"Precio carburante 2,20€ litro. Echa 70 litros, coste 154,00€. La multa para fugarse de la gasolinera sin pagar es de 156,00€. Si la pagas en 3 días es la mitad, 78,00€. Seguirme para otros consejos...".

Decíamos en Bulocracia en octubre de 2018 que "los precios de los carburantes baten récords, tanto en España como en el resto de Europa" y que "repostar en las gasolineras es cada vez más costoso y ya sale por un buen pico", y eso que por entonces el precio del litro de gasóleo había quedado fijado en 1,25 euros después de marcar un nuevo máximo anual y situarse en niveles de 2014. Ya nos gustaría ahora ese precio máximo de hace solo tres años y medio.

Los aguilillas que comparten desde mediados de marzo esta falsa idea de echar "70 litros" y darse a la fuga vilmente tiran al alza con el precio del carburante, como si no estuviera en todo lo alto. Ha llegado a los 2 euros y aquí son "2,20", pero no importa porque todo lo demás tampoco tiene sentido. Puedes seguir a este tío que lo cuenta en Twitter, como sugiere, pero todo eso que dice es falso.

Fugarse de una gasolinera no implica el pago de "156€" porque así está "tipificado en el Código Penal", como también se menciona. Ni siquiera conlleva el abono de una cantidad de dinero fija. Si se ha repostado por un valor inferior a los 400 euros, que así será salvo que se llene el tanque del camión, cargar carburante sin pagar y huir promete ser considerado como un delito leve en todos los casos, a no ser que al margen existan notables agravantes que modifiquen esa idea.

Hacer un simpa en una estación de servicio es un delito de estafa, generalmente leve, y la pena por llevarlo a cabo estará en función del importe del carburante y de lo que considere el juez. Pero además de sancionar al perjudicado puede imponerle una indemnización adicional para la gasolinera por el "perjuicio ocasionado" que definitivamente deje esos presuntos "156€" en anécdota.

Fugarse sin pagar la gasolina puede conllevar incluso penas de prisión, que únicamente serán efectivas en el caso de que un conductor sea reincidente y se haya dado a la fuga de una estación de servicio sin pagar al menos en tres ocasiones. Es lo habitual, pero no hay un criterio universal que cuantifique las sanciones y, por lo tanto, hablar de cantidades exactas por ese tipo de delitos es un engaño, elevado a la categoría de bulo a través de las redes sociales.