Buzón de Voz

Recortes kilométricos

El Gobierno puso ayer nombres, apellidos y puntos kilométricos al recorte drástico del gasto en infraestructuras. Todo ciudadano, empresario, alcalde o presidente de comunidad autónoma directamente afectado mostró su irritación al conocer los datos facilitados por el ministro de Fomento. Esa frustración por la anulación de carreteras y tramos de ferrocarril es tan legítima en Roselló o en Sagunto como en Potes, Tornavacas o Úbeda.

Igual que el dato global del paro no afecta del mismo modo a quien trabaja que a quien ha perdido el empleo, también la reducción del gasto en obras públicas suscita ahora un enfado humano y concreto en las zonas directamente señaladas. El cálculo de sindicatos y constructoras sobre los puestos de trabajo que no se crearán por culpa de los recortes es quizás exagerado. Pero pocos expertos dudan que la anulación y aplazamiento de las obras ralentizará el crecimiento económico y la recuperación del empleo. "Las medidas que producen beneficios a largo plazo son las más difíciles de tomar", proclamó ayer Zapatero en referencia al tijeretazo y a las reformas en marcha.

La decisión de dar prioridad (de la mano del resto de Europa) a la reducción del déficit público para calmar las tormentas financieras es claramente impopular. El presidente del Gobierno asume el desgaste político por responsabilidad, pero lo trascendente para los ciudadanos será comprobar (y en qué plazo) esos "beneficios" en los que Zapatero confía.

Más Noticias