Buzón de Voz

Cosquillas a los ricos

Sonaba bien. "Ahora les toca sacrificarse a los que más tienen", proclamaba el Gobierno antes de explicar los cambios fiscales incluidos en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2011. Esa música sonaba bien, pero los números vuelven a decepcionar a las capas de ciudadanos más afectadas por el estallido de la crisis. La subida del tramo estatal del IRPF a quienes más ganan será finalmente de entre uno y dos puntos a partir de unos ingresos anuales de 120.000 euros. Como media, las nóminas de 150.000 euros pagarán al fisco 25 euros mensuales más que hasta la fecha. Desde luego, nadie puede temer que con esa variación corra riesgo el consumo privado, sobre el que parece descansar toda la apuesta de la recuperación económica una vez decidido el mayor recorte del gasto público de las últimas décadas. Aparte de castigar (levemente) a los asalariados mejor pagados, el Ejecutivo busca simbolizar una mayor equidad en los sufrimientos por la crisis con algunos retoques a la tributación de las SICAV. Se pretende que esas sociedades de inversión al menos no hagan la trampa de reducir capital para esquivar al fisco cuando cobran beneficios, pero el Gobierno no corrige la absoluta desproporción entre el gravamen a las otras rentas de capital (del 19 al 21%) y ese mísero 1% que tributan las SICAV. Por lo demás, los bonus de altos ejecutivos perderán ventajas fiscales si sobrepasan ¡los 300.000 euros!. Los más ricos temblarán (de risa).

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