Buzón de Voz

¿Y por qué no un plan C?

El gobernador del Banco de España tiene un concepto singular de lo que significa "infundir confianza a los mercados". Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) considera (como Zapatero) que la reducción del déficit y las llamadas reformas estructurales son medidas "ineludibles" para recuperar la credibilidad internacional y evitar nuevos sustos financieros. En lugar de congratularse, como ayer mismo hizo el FMI, por la aplicación con la que el Gobierno está "haciendo los deberes", el gobernador pide mucho más. Concretamente, Fernández Ordóñez sugiere al Ejecutivo que tenga listo un plan B por si no se cumpliera la previsión de crecimiento del PIB que figura en los Presupuestos (1,3%).

Es obvio que el gobernador confía más en las previsiones de analistas privados que apuntan a un crecimiento del 0,6% para 2011. Aunque acertaran, MAFO debería saber que un plan B se tiene o no se tiene, pero en ningún caso se anuncia, puesto que su simple existencia resta credibilidad al plan A. ¿Y por qué no un plan C por si acaso? MAFO no representa a una comunidad de vecinos, sino al Banco de España, de modo que cabe imaginar las enormes dosis de confianza que infunde en los mercados el hecho de que el gobernador considere necesaria la elaboración de un plan B. Es una lástima que MAFO no ponga el mismo empeño en reclamar al sistema financiero que dedique más recursos a la economía productiva y menos a la especulación.

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