Buzón de Voz

Impresiones telegráficas del cuerpo a cuerpo

1.- Discurso de Zapatero centrado en reivindicar sus reformas con el compromiso de evitar nuevos recortes sociales. Algún guiño al 15-M. Bastante previsible, tono bajo y soporífero.

2.- Discurso de Rajoy muy duro ("usted no tiene reputación ni autoridad moral...") y aún más previsible: anticipar las elecciones devolvería la confianza y esa confianza (personificada en el propio Rajoy) solucionaría la crisis.

3.- Pese a no jugarse ya nada políticamente, Zapatero volvió a machacar a Rajoy en el cuerpo a cuerpo. Le recordó todas las ocasiones en las que el PP pudo arrimar el hombro y no lo hizo y además le demostró que había falsificado unos cuantos datos económicos.

4.- "Usted sabe, pero calla", "usted sabe, pero lo oculta...". Volvió a proyectarse una de las incógnitas que más perjudica al PP: o no tiene propuestas para salir de la crisis o tiene un programa oculto que implica ajustes mucho más duros que los que ha hecho el Gobierno del PSOE.

5.- Rajoy ha sostenido por enésima vez que Zapatero y su Gobierno son los culpables de todos los males que azotan a la economía española. Con gobiernos del PP, ni la tasa de paro ni la deuda pública ni el endeudamiento privado ni la prima de riesgo estarían como están. Cuestión de fe.

6.- La explicación del origen de la crisis ofrecida por Zapatero ha sido mucho más convincente aunque se discrepe de su respuesta a la misma. No hay un solo experto que no sitúe la suma del 'crash' financiero internacional y el estallido de la burbuja inmobiliaria interna como los dos elementos causantes de la actual situación.

7.- "Me arrepiento de no haber pinchado esa burbuja inmobiliaria". Nuevo reconocimiento de errores de Zapatero, que también ha recordado que se equivocó al tardar demasiado en admitir la magnitud de la crisis. Rajoy no le puede criticar que no pinchara una burbuja que el PP contribuyó decisivamente a crear entre 1996 y 2004.

8.- "Lo he visto de los nervios", espetó Rajoy a Zapatero en su contrarréplica, lo cual es tener muchísima vista, porque si algo a veces resulta desesperante en Zapatero es esa imperturbable tranquilidad suya que le asemeja al estado de una esfinge sonriente. "Traía usted los insultos escritos a máquina", añadió Rajoy en una nueva demostración de agudeza visual aunque expresada en lenguaje pre-informático.

9.- Obviamente, Rajoy también preveía que Zapatero le acusaría de no tener propuestas, así que subió a la tribuna armado con proyectos de ley para los emprendedores o sobre transparencia y buen gobierno.

10.- Quizás el mejor momento de Rajoy fue su explicación de la negativa del PP a apoyar la reforma de las cajas de ahorro. La secuencia "transparencia, saneamiento y capitalización de las entidades financieras" frente a la urgencia de capitalización impuesta sobre todo por el Banco de España es convincente. Zapatero tuvo que recurrir a las "exigencias" de Bruselas para esquivar el dardo.

y 11.- Se trataba del último debate sobre el estado de la nación para el actual presidente y terminó con un guiño público del buen rollo personal que, pese a todo, han mantenido Rajoy y Zapatero. Uno aspira a presidir el Gobierno; el otro, consciente de su absoluta impopularidad, quizás espera que algún día se le recuerde como "un tipo normal que lo sacrificó todo por su país" (Adolfo Suárez).

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