Buzón de Voz

La canciller dice ‘nein’

Se trataba de la primera reunión de los líderes de las tres mayores economías de la zona euro desde que Merkel y Sarkozy dieron el finiquito a Berlusconi para aupar a Mario Monti al poder en Italia sin pasar por las urnas. Pero el asunto capital de la cita ya no podía ser el repaso a los "deberes" impuestos a Italia. Por si quedara alguna institución, gobernante o analista que no reclame una acción urgente del BCE para frenar el acoso a la deuda, ayer mismo se pronunció el lobby de la gran banca, el Instituto de Finanzas Internacionales, que agrupa a casi 400 entidades financieras. Da por descontada una nueva recesión y manifiesta la obviedad de que sus causas radican en la escasez de crédito y en los ajustes fiscales (esos que Rajoy prepara con esmero). La agrupación de banqueros considera que sólo el BCE puede frenar la catástrofe si actúa de forma contundente. Cosa que no hay forma de hacer sin el visto bueno de Merkel, a quien el propio Sarkozy presionó ayer (tímidamente) con ese objetivo. La respuesta de la canciller fue la de siempre: nein. El BCE es "in-de-pen-dien-te", silabeó la canciller. Los eurobonos (inevitables con el nombre que se prefiera si se quiere salvar el futuro del euro) exigen pasos más complejos en la unidad europea. Pero disponer de un cañón de liquidez como el BCE y mantenerlo taponado mientras la economía se hunde y el paro se dispara es suicida. ¿Qué tiene que ocurrir para que el resto de dirigentes de la UE se plante ante Merkel?

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