Buzón de Voz

La ‘lideresa’ prueba su propia medicina

Este culebrón movería a risa si sus protagonistas no gestionaran la cuarta entidad financiera de España. El resumen de la primera temporada de esta serie tiene secuencias surrealistas. Un buen día, José María Aznar maneja el dedazo desde La Moncloa para que su íntimo amigo Miguel Blesa sea elegido presidente de Caja Madrid.

Hasta ahí, nada de particular, puesto que el control de las cajas –obligadas a reinvertir beneficios en obras sociales– corresponde a los poderes públicos por definición legal. Pasados los años, el amigo del ex presidente del Gobierno desea renovar su cargo, pero resulta que Esperanza Aguirre prefiere nombrar a alguien de su confianza. Y Aguirre es mucha Aguirre, sobre todo cuando se trata de restar poder a su íntimo enemigo Alberto Ruiz-Gallardón.

El guión se complicó mucho en la tarde de ayer. La lideresa probó su propia medicina. Llegó al gobierno de la Comunidad de Madrid hace cinco años gracias a dos tránsfugas socialistas, y ahora resulta que otro tránsfuga socialista le corta su asalto a la presidencia de Caja Madrid.

El vodevil continuará por vías incluso judiciales, pero hay fotogramas que quedan ya fijados:

1. Sectas o familias de un mismo partido juegan con una de las mayores entidades financieras.
2. Rajoy no consigue imponer su autoridad interna.
3. El PSOE tiene en Madrid una cantera de tránsfugas.

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