Cartas de los lectores

7 de noviembre

Derechos limitados
El pasado jueves me dirigía caminando, junto con un amigo, por la calle Alcalá de Madrid en dirección a la concentración convocada enfrente de la Consejería de Educación cuando un policía nos informó amablemente de que no podíamos continuar y nos hizo saber que se limitaba a cumplir las órdenes de no dejar circular por la acera par a nadie que vistiera la camiseta verde en defensa de la escuela pública. Con estupor me ofrecí a quitarme la camiseta, pero el policía me dijo que la prohibición seguía vigente, puesto que la había llevado puesta. Al preguntar mi amigo si él podía continuar, dado que no vestía la estigmatizadora camiseta, el agente le comunicó que sentía tener que impedirle el paso también a él porque al ir a mi lado daba a entender que se dirigía a la misma concentración. ¿Es esto libertad de expresión? ¿Y de circulación? Inquieta constatar los recortes de derechos que estamos viviendo últimamente.
Isabel Tolosana /  Madrid

ETA no debe disfrazar su derrota de victoria
Después de 50 años de terror, más de 800 muertos, miles de heridos, dos generaciones de ciudadanos atemorizados y cientos de jóvenes "comprometidos" envejeciendo en las cárceles, parece ser que, para obtener no sé qué objetivos políticos, todo se da por bueno, ya que se han conseguido los siguientes grandes logros, a saber: los gobiernos de la diputación de Guipúzcoa, el Ayuntamiento de San Sebastián y unas docenas de otros ayuntamientos.
¿Para esto tanto dolor? ¿Es esta la gran victoria del "movimiento de liberación vasco"? ¿A quién han liberado? ¿De qué? Estrepitoso fracaso, victoria pírrica, error de bulto, como se quiera definir. En resumen, lamentable. Ahora bien, querer disfrazar esta derrota de victoria es patético. Asumir la derrota hace a esta menos amarga, pero para saber hacerlo se requiere de algo más que de capuchas y puños en alto.
Francisco J. Irigaray Lorea
Vitoria

El banco de alimentos,
una ayuda imprescindible
Hasta este año, la UE ha estado destinando 500 millones de euros al programa de distribución de alimentos. Gracias a ello podían alimentarse 18 millones de personas de la UE con pocos o ningún recurso. Pues bien, tal programa ha sido impugnado por Alemania, Reino Unido, Suecia y otros países de Europa; el Tribunal de Justicia de la UE les ha dado la razón y, en 2012, a pesar de los esfuerzos de nuestro Gobierno y de otros países por evitarlo, sólo se destinarán a este programa 110 millones de euros.
En mi ingenuidad me preguntaba yo a donde irían a parar los millones restantes; después lo supe al leer en un periódico el siguiente titular: "La UE planea capitalizar la banca con 100.000 millones de euros". O sea; no hay dinero para que los bancos de alimentos dispongan de comida para 18 millones de pobres, pero sí para evitar que los bancos comerciales puedan quebrar. También yo estoy indignado.

Federico Gómez Pardo
Girona

Los problemas de liberalizar
los horarios comerciales
Es un poco infantil creer que si se amplían los horarios comerciales y el comercio puede abrir las 24 horas del día los 7 días de la semana se incentivará la economía y se controlará la inflación. Una libertad total de horarios comerciales implicaría mucho más paro en el sector, mucha menos calidad de vida para el pequeño comerciante autónomo, una desertización de los centros urbanos y la implantación de un régimen de casi monopolio por parte de los grandes hipermercados.
Pero es que, además, la reactivación del consumo sólo se producirá por la vía de un aumento de los salarios (sobre todo de los más bajos). Hay que pensar (y también reflexionar muy seriamente) en que, por ejemplo, aunque todos los comercios de España (grandes, medianos y pequeños) estuvieran abiertos siempre, con un salario mínimo de 630 euros, después de pagar vivienda, agua, gas y electricidad, se puede comprar muy poco.
Josep M. Loste Romero
Portbou (Girona)

¿Dónde habita la accesibilidad en nuestras ciudades?
Con la cercanía de las elecciones del 20-N, serán rentables de nuevo las promesas políticas para los discapacitados, y desde luego las fotografías en las que los candidatos se muestran solícitos y paternalistas con este sector de la población. Pero, una vez pasadas las elecciones, olvidarán sus promesas.
En esta línea, la ciudad de Sevilla se encuentra de nuevo abandonada en lo referente a la accesibilidad; autobuses con defectos en las rampas de acceso, paradas inaccesibles, sin servicio nocturno de eurotaxis y muy escaso los fines de semana y festivos, aceras y calles defectuosas que impiden el paso de personas en silla de ruedas, rebajaderas mal colocadas que hacen imposible su tránsito, y así una larga lista de carencias que hacen impensable una ciudad accesible. En ningún departamento municipal se pueden presentar las reclamaciones para que sean atendidas con la rapidez que requieren. Son numerosas las propuestas que las personas afectadas hemos presentado para encontrar una solución, pero ninguna se ha puesto en práctica. Ante ello, sólo con una presencia activa en la reivindicación de una ciudad más accesible para toda la ciudadanía, no sólo para las personas con discapacidad, podremos conseguir una ciudad donde habite la accesibilidad y no el olvido.
Gloria Lucena Fernández
Sevilla

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