16/11/201115/11/2011

Mi obligada abstención
Soy estudiante Erasmus en Leeds, Reino Unido. A pesar de estas circunstancias, quería votar en estas generales, así que bajé al Consulado español de Londres para pedir mi voto por correo. Hay que pedirlo en persona un mes antes de las elecciones para poder procesar esa enorme burocracia. Después de la paliza y el dinero del viaje a Londres esperé pacientemente a que me llegase el sobre con las papeletas a mi domicilio inglés desde la oficina del censo electoral de Córdoba. Ayer todavía no había recibido nada. Hoy es el último día para enviar las papeletas marcadas de vuelta a España. La web del Ministerio del Interior indica que el sobre me debería haber llegado antes del 8 de noviembre, pero a dos personas que conozco les llegó más tarde. Y ahora, ¿qué hago? ¿dónde está mi voto? Si alguien ha conseguido el sobre puede incluso votar por mí. ¿Qué sistema es este? ¿Quién es el responsable de que no pueda votar?
Guillermo Pedrós Raigón
Leeds (Reino Unido)

Cómo estamos ocho años después del ‘Prestige’
En estos días se cumplen ocho años de la mayor catástrofe ecológica de la historia de España. En noviembre de 2003, Aznar era presidente del Gobierno; Álvarez-Cascos, ministro de Fomento; y Rajoy, vicepresidente. Fue Álvarez-Cascos quien decidió –contra el criterio de los técnicos– alejar el barco lo más posible de la costa, lo que contribuyó a que su casco se partiera en dos. Rajoy coordinaba el gabinete de crisis y nos dijo a los españoles que del pecio salían unos "hilillos de plastilina". Eran millones de litros de chapapote que inundaban la costa cantábrica desde Finisterre hasta el golfo de Vizcaya. Mientras, miles de voluntarios acudían a limpiar las playas con sus propias manos. Sin embargo, Aznar no visitó la costa hasta pasado más de un mes, con la excusa de no molestar a los voluntarios que allí estaban trabajando.
Ocho años después, Aznar se hace millonario dando conferencias por el mundo, Cascos es presidente de Asturias (afectada por el chapapote de entonces) y Rajoy va camino de convertirse en presidente del Gobierno. No me dirán que no es agradecida la política en España. Sobre todo para la derecha.
Natalia Rupérez Díez
Logroño (La Rioja)

Mejor ir a votar que esperar a la victoria del PP
Las personas que tienen menos de 40 años no saben lo difícil que fue instaurar la democracia en España. Es cierto que no es una opción perfecta, pero es en la única en que, al menos, podemos expresar libremente nuestra opinión y pedir explicaciones.
El 20 de noviembre volvemos a tener una cita con las urnas. No faltemos, aunque no nos guste ninguna formación. De momento no nos saca nadie de la crisis, ni Mariano Rajoy ni todo el PP. Por eso los trabajadores, que somos la inmensa mayoría, debemos votar a quienes menos recorten nuestros derechos, sin olvidar que la burbuja inmobiliaria, precursora de lo que ahora tenemos (aquellos polvos trajeron estos lodos), se produjo entre 1996 y 2004, cuando gobernaba el PP con José María Aznar al frente. Feo nos lo pintan, pero los votantes del PP (la mayoría no se ven tan afectados por la crisis) sí van a votar. Hagamos lo mismo los progresistas. Aunque la cosa esté fea, no consintamos que el PP nos la ponga todavía más horrorosa. No permitamos que ganen. Espero que el 20-N toda la izquierda vaya a votar.

María del Carmen Mesa García

¿Una nueva Ley Antitabaco con Rajoy?
El probable futuro presidente del Gobierno suavizará la Ley Antitabaco. Después de casi un año desde su aprobación se han cumplido los objetivos previstos: la aceptación por parte de muchos fumadores y no fumadores, la disminución de ingresos hospitalarios, más de 400.000 personas han dejado de fumar, se han creado nuevos empleos y (lo más importante) se ha protegido al no fumador. Si este cambio se produce, será un paso atrás en la lucha contra el tabaquismo, que cada año mata a más de 55.000 personas por cáncer y que origina un gasto sanitario de 15.000 millones de euros anuales. Pero para Rajoy la libertad de los fumadores está por encima de la salud de los no fumadores. Pido a Rajoy que se dedique a solucionar los problemas pendientes, que son muchos y muy importantes, y no destruya los ya solucionados como el del tabaco.
Fernando Guerrero
Cornellà (Barcelona)

Un peculiar control de alcoholemia
El pasado domingo por la noche me encontraba en el barrio del Borne cenando y tomando algo con unos amigos. Como conduzco moto y tenía que volver a casa en ella, no bebí nada de alcohol. Pasada la medianoche, puse mi moto en marcha rumbo a mi domicilio. Después de girar una calle me encontré un semáforo en rojo y, lógicamente, me paré.
Mientras esperaba a que este se pusiera en verde, un par de motos se pararon a mi lado. Era una pareja de guardias urbanos y uno de ellos me preguntó si había ingerido alcohol. Ante mi negativa, me dijo textualmente: "Si te hago la prueba de alcoholemia y das positivo, ¿te pego una colleja?", a lo que contesté que muy mal tenía que ir la sociedad si la Policía tenía que ir por ahí pegando collejas. Me contestaron que más de una tenían que dar y, como el semáforo tardaba mucho en ponerse en verde, se lo saltaron y se marcharon. No doy crédito de la actitud chulesca de la Policía. Pensaba que estaba al servicio del ciudadano para ayudar, no para avasallar.
Alejandro López
Barcelona